En octubre de 2015 Amado E. pagó 4.210,41 euros a su amigo M. M. C. por el alquiler de un taller mecánico en la calle Paredilla de Vecindario. Ese dinero, presuntamente, iba destinado al pago de deudas y suministros del local. Era un adelanto por el que M. M. C. firmaba un reconocimiento de deuda con Amado, al que se lo restaría de sus pagos de la renta de alquiler mensuales.
Culminaba el sueño de su vida: tener un negocio propio relacionado con su profesión de ingeniero mecánico. Nada más lejos de la realidad. En noviembre de ese mismo año se formalizó el contrato de alquiler por el que pagaría 500 euros al mes más una fianza de la misma cantidad. Además, Amado aseguró ante la Audiencia Provincial de Las Palmas, donde este lunes se estaban juzgando unos hechos en los que M. M. C. se enfrenta aun delito de estafa agravado, que le siguió entregando otras cantidades a cuenta del arrendamiento. El dinero siempre se entregó en efectivo, y todo se iba anotando en una agenda en la que M. M. C. supuestamente firmaba, reconociendo que había recibido esas cantidades.
Niegan la licencia
En marzo de 2017, tras muchos meses preparando el taller, el Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana informaba desfavorablemente sobre el cambio de la titularidad de la actividad del mismo. “M. M. C. me ocultó que había realizado una serie de obras sin licencia en el local para habilitar un apartamento. Cuando yo lo alquilé pensé que eran locales diferentes (el apartamento y el taller) y no lo son, de ahí que me negaran la licencia de actividad”, afirmó la presunta víctima durante el juicio.
El acusado lo ha negado en su declaración, a pesar de que es cierto que vive en el local y que Amado llegó a pagar 546,33 euros de gastos de luz y agua de la vivienda pensando que eran gastos derivados de la actividad del taller. El acusado también ha declarado durante el juicio que el denunciante no ha sido nunca su amigo y que fue el propio Amado el que le construyó un tabique para separar el taller de lo que es su vivienda y que no le ha dejado nunca dinero.
4 años y 11 meses de prisión
La acusación particular, ejercida por la letrada Yasmina Rodríguez, pidió que se le imponga a M. M. C. la pena de 4 años y 11 meses de prisión por un delito de estafa agravado y que indemnice a Amado con la cantidad de 10.987,74 euros: 4.210,41 por el reconocimiento de deuda de octubre de 2015, 500 euros por la fianza no devuelta del alquiler, 546,33 por gastos de suministros de la vivienda del acusado y 5.731 por préstamos en efectivo cuyo reconocimiento por parte de M. M. C. se recoge en la agenda.
La fiscal no ve indicios de delito y pide la libre absolución sin perjuicio de que esta situación se pueda solucionar por la vía de la jurisdicción civil. También pide la absolución la defensa del acusado, que además solicita que el denunciante pague las costas de un juicio que ha quedado visto para sentencia.