Las nuevas tecnologías suponen un beneficio en muchos aspectos debido a la facilidad y a la inmediatez que brindan, pero también se han convertido en un problema muy serio, sobre todo para los menores de edad que no las utilizan de forma adecuada generándose conductas infractoras principalmente en la adolescencia.
La fiscal de la Sección de Menores de la Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife, Marta Dávila de León, aseguró en declaraciones a los medios de comunicación la importancia de abordar la Ley Orgánica 8/2021 de protección integral de la infancia y la adolescencia frente a la violencia, ya que es necesario hacer un uso responsable de ellas.
Entre las acciones más denunciadas están las amenazas vía Whasapp, un reiterado seguimiento a través de plataformas como Instagram o la petición de claves personales con el fin de vulnerar el derecho a la privacidad y controlar a la persona.
"Estamos sustituyendo la crianza por un móvil"
Dávila explicó que intentan tratar los casos desde el punto de vista de la responsabilidad penal y especialmente en aquellos de menores de 14 años, donde el daño es irreversible. "Todavía la madurez no es suficiente, por lo que las tecnologías se convierten en muchos casos en instrumentos que en realidad no les aportan nada, sino que les meten en un mundo de basura digital donde pueden ser especialmente vulnerables". Apuntó que no solo se trata de ser víctimas de delitos en redes sociales, sino que incluso se convierten en victimarios, que son niños que fueron objeto de abuso o acoso, por ejemplo, en el ámbito escolar a través de estos medios y luego ellos utilizan esa herramienta también para ofender a un tercero.
La fiscal insistió en que internet y los sistemas informáticos por sí mismos no son ni buenos ni malos. "Es como un cuchillo, lo usamos diariamente y enseñamos a los niños a usarlo para que no se corten ni corten a otros, pero les damos un móvil incluso sustituyendo la crianza temprana, las nanas, y su vínculo de apego por un móvil que te recita un cuento para dormir. Esto es peligroso porque realmente estamos desbordados y no podemos vaticinar qué ocurrirá con la generaciones venideras".
¿Qué pasa con los menores de 14 años infractores?
En cuanto a la situación infractora en menores de 14 años puntualizó que no se les puede exigir responsabilidad penal, pero se puede intervenir desde un punto de vista administrativo. "Hacemos un seguimiento en coordinación con los servicios sociales municipales o incluso con otros programas. Por ejemplo, un menor autor de violencia en el ámbito familiar puede ser derivado a un programa para preservación y mejora de la convivencia subvencionado por el Gobierno de Canarias, en el ámbito de prevención, que nos evita que cuando cumpla 14 años tenga que imponerle una medida judicial".
Apuntó que estos programa no siempre son suficientes, pero si quiso hacer énfasis en su existencia, a través de los cuales se exige tanto a las familias como al menor infractor que realiza una cierta actividad para evitar la reiteración.
Control de los móviles por parte de los padres
En cuanto a los casos de ciberacoso, sexting y grooming, el Catedrático de psicología de la Universidad de La Laguna, Juan Ignacio Capafons, subrayó que el problema es que las nuevas tecnologias "nos han arrollado" a la hora de invadir nuestro espacio y han entrado con fuera a edades tempranas como entre los ocho y los 12 años. "Son muy atractivas y positivas, y eso ha hecho que la ventana se haya abierto de manera espectacular que incluso a los adultos nos cuesta turorizar".
Y por otro lado, ¿está bien que los padres controlen el movil de sus hijos? Capafons considera que los adultos tienen la obligación de tutorizar y estar detrás de toda la nueva tecnología para impedir que se haga un mal uso de ella. "Es lógico que un adolescente es un adulto que se está desarrollando y tiene un potencial enorme porque está buscando lo fundamental, que es la libertad, pero ahora no corresponde una libertad sin control. Los padres tienen que saber las claves de los dispositivos porque es absolutamente ridículo que un niño con 8 años tenga un móvil. Eso sí, debe ser un control sano porque si no va a genera un efecto contrario".
Tanto Dávila como Capafons han formado parte de un abanico de ponentes que participaron este jueves en las jornadas 'Menores y nuevas tecnologías. Adicciones, pornosocialización, salud mental y conducta infractora'.