La Fundación Acuorum y Canaragua Concesiones han firmado dos convenios de colaboración con Cáritas Diocesana de Canarias y el Banco de Alimentos de Las Palmas por un importe de 12.000 euros. Esta iniciativa se lleva celebrando desde el 2015 y durante la campaña de navidad para apoyar a las familias canarias que se encuentran en una situación de exclusión social.
“Este año apoyamos a estos dos proyectos que buscan ampliar los ingresos del Banco de Alimentos para comprar dulces navideños y ayudas a familias vulnerables con herramientas para una posible reinserción laboral en puestos y ocupaciones con demanda”, explicó José Sintes, vicepresidente de Acuorum, antes de la firma del convenio.
Brecha digital
“Para nosotros es un acto muy importante porque las personas que atendemos en Cáritas se encuentran ante una brecha digital que no les permite acceder ni al empleo ni a la formación ocupacional”, expuso Caya Suárez, secretaria general de la formación en Canarias. “Esta colaboración nos permite acercar esas herramientas y habilidades tecnológicas para que estas personas puedan acceder al empleo, herramientas básicas pero importantes en este contexto social y de mercado en el que nos encontramos”, continúa.
En 2022, atendieron a más de 600 personas y consiguieron un nivel de inserción del 58%. Desde Cáritas trabajan para poner las herramientas a disposición de la persona, es decir, “un ordenador o una tablet para que puedan estar en el servicio de orientación laboral”. Además, también dan la formación necesaria para usar esas herramientas, “enseñarles a utilizarlas y darles acceso a la conexión”, concluye Suárez.
Dulce navidad
Asimismo, a parte de la brecha digital, durante las fechas navideñas los hogares se llenan de dulces y productos que recuerdan a esta festividad. Sin embargo, hay muchas familias que no se pueden permitir disfrutar de esta época del año. José Ramón Pablo, vicepresidente del Banco de Alimentos de Las Palmas, apunta que esta firma —que se repite desde hace cinco años— “supone un ingreso extra para poder comprar dulces y ayudar a las familias y lo vamos a dedicar a comprar productos de navidad para que, al menos, tengan un trozo de turrón”.
El Banco de Alimentos atiende a unas 18.000 personas —6.000 familias aproximadamente— en toda la provincia de Las Palmas. “Siempre se necesita más”, manifiesta Pablo, “por la sencilla razón de que, aunque recibimos alimentos de Europa, el año pasado recibimos una aportación de más de un millón de kilos de comida, este año la aportación ha bajado a 600.000 y el año que viene será cero”. Esto es porque se ha decidido que, en vez de comprar alimentos, se iban a entregar tarjetas a las familias para comprar en supermercados. “Pero eso tampoco llega al 100% de las familias porque con estas tarjetas solo piensan cubrir a las familias que tengan menores a su cargo”.
Los alimentos más necesarios, según Pablo, son leche, aceite y legumbres precocinadas porque “la gente es pobre totalmente, si no tienen para comer no tienen para pagar la luz o gas para cocinar”, concluye.