El Diccionario de la Real Academia Española de Lengua, RAE, define anorexia como “pérdida anormal del apetito”, o “síndrome de rechazo de la alimentación por un estado mental de miedo a engordar, que puede tener graves consecuencias patológicas”. Isabel Aguilar es Abogada especialista en Derecho Sanitario, y además de trabajar en el campo legislativo de la Sanidad, ha vivido y vive de cerca su otra visión sobre la anorexia que no está en la RAE, y es que “padecer anorexia no es pecado”. No hay que ocultarlo, ni mentirse, sino encontrar la solución. Hoy, cuando ya supera los 30 años, como treintañera mira a atrás y nos aporta lo duro que ha sido padecer esta enfermedad todavía hoy oculta cual pecado capital en muchas familias: “Con 13 años fui padeciendo la pérdida de ingestas poco a poco. Te autoengañas, y aunque te advierten de las consecuencias que puede ocasionar en tu salud, piensas que controlas y sigues”.
-¿Afectan también factores externos que inducen a caer en esta patología?
-“Sin lugar a dudas. También afectan factores como la búsqueda constante de la satisfacción en cuestiones externas, o un ambiente familiar de sobreprotección, y que no benefician, sino que todo esto y otras muchas cuestiones logran que la mujer, pues hay mayoría de féminas, sufra esta enfermedad. Se refleja en la literatura adulta, inmensa en lo curricular, pero incapaces en lo profesional. Y nos convertimos en ‘blancos fáciles’, del daño personal. Observamos así que tiene su origen en un estilo de crianza, de educación y de vacío personal”.
-¿Existe un protocolo hecho a conciencia en Canarias sobre esta patología?
-“Existir existe, pero a mi parecer no a total conciencia, pues ese protocolo cuenta con muchos vicios y grietas abiertas, como tantas otras cosas en la legislación sanitaria no solo canaria, sino española. Hace poco, mientras buscaba normativa sanitaria en Canarias, me llamó la atención cómo en Comisión Parlamentaria, aún se hacía referencia a un protocolo del año 2009 en este sentido. Y, no es que ponga de manifiesto mi sorpresa a que aquél date de hace casi una década, sino al espíritu del que emana un problema de imagen, o de talla. Pues insisto, estaremos de acuerdo en las consecuencias que puede traer una dieta sana, pero eché en falta, un pronunciamiento acerca de la raíz del problema, que antes señalaba. Desde mi humilde criterio, se debería reconsiderar en esta sede, la parlamentaria, sobre todo, y ver cómo llegar a los orígenes del problema de esta patología.
"Equivocados reportajes o youtubers confunden a los chicos en su alimentación”
El derecho a la intimidad está sumamente protegido, vinculado a la esfera más reservada del ser humano, siendo doctrina de tribunales, que este derecho se les reconoce igualmente a las personas más expuestas al público. Y, en cuanto al tratamiento de carácter de datos sensibles relativos a la salud, el legislador es sumamente claro, en la Ley de Autonomía del Paciente y en la LOPD, en cuanto a su confidencialidad, tratamiento y custodia, por eso creo que nuestro protocolo sanitario en este sentido sigue padeciendo muchas lagunas
Finalmente, quizás, lo primero que nos tendríamos que preguntar es si al paciente, a través de estos protocolos, se le ha tratado como a un enfermo o como a un excluido socialmente. Porque aparentemente siempre el enfoque es este último".
-Desde tu visión, habiendo sufrido esta lucha interior entre mente ycuerpo, ¿cómo relatarías esta experiencia vivida?
-“Se pasa por diferentes etapas. El diagnóstico data de los trece años, en mi caso, década de los noventa. Y diría, que es un conflicto personal, reflejado en tu cuerpo y en tu relación con la comida. Comienza seguramente ante un cambio vivencial importante, en la que las ingestas son cada vez menores y la pérdida de peso más que preocupante, poniendo en riesgo órganos vitales.
Te autoengañas, y aunque te advierten de las consecuencias que puede ocasionar en tu salud, tales como retirada ocasional de la menstruación, sufrimiento del tejido óseo, lagunas transitorias en la memoria y la piel, entre otros, piensas que controlas y, hasta que no pasa una etapa crucial para tomar conciencia y abordar este estado desde la raíz, no es una situación superada.
Cuando vas tomando conciencia, buscas tus propios recursos y entre ellos siempre estuvo releer Crisis Emocionales, de Luis de Rivera. Y haciendo mío, y apoyándote en aprendizajes que te ofrecen los grandes profesionales de la Sanidad que te atienden, como lo que muchas veces he escuchado al doctor Arteaga Darias, ‘no hay que estar obligados a llenar los vacíos’. Además, en los momentos más tristes, fue gran compañera la radio. Escuchaba y lo hago diariamente a comunicadores como José Moreno y las tertulias en que intervenía Juan Cruz. Y, crucial, “Sobreviviré” por Gloria Geynors. Te sientes sola, porque no estás tú, tú misma, y sabes que has de encontrarte para salir de ahí.
Fui además una de esas niñas que derivaron a Barcelona, a San Juan de Dios, un ejemplo de compromiso profesional. Afortunadamente, hoy Canarias goza de recursos muy sólidos y aunque todavía necesito un poco de tiempo, debo manifestar que el trabajo realizado por la doctora Morales con el equipo humano que la acompaña, en el HUC, estamos en disposición de señalar que ha sido un éxito. Se ha de tener claro que la anorexia no solo genera padecer físico, sino también motiva consecuencias mentales”.
-¿Es necesario educar para no padecer anorexia?
-“Desde mi humilde criterio, ésta es la clave. Poniendo de manifiesto que educar nunca fue tarea sencilla. Tal vez el dilema está en recibir una educación con criterios de igualdad de oportunidades, tolerancia y solidaridad, pero si tantos marcados tintes de sobreprotección, siendo ésta la expresión de una sociedad paternalista, que poco ha asumido de la filosofía Kelseniana o del mismísimo Aristóteles en igualdad correctiva o libertad”.
Además, es un placer ahora, seguir los consejos del dermatólogo Antonio Bello, para una piel tan sufrida: alimentación, descanso, e hidratación. Y, así considerar que la salud es belleza.