Daniel Franco, cocinero tinerfeño en Tailandia: "Que esto se arregle aunque no sea como antes"

Guardar

Daniel Franco Kabuki
Daniel Franco Kabuki

Un buen día decidió buscar nuevos horizontes y experimentar vivencias que le aportasen una mirada más amplia de la cocina, de la vida en definitiva. En 2017 y por casualidad, el sushiman tinerfeño Daniel Franco (fotos de archivo) acudió sólo por un mes a la isla tailandesa de Koh Samui para asesorar un proyecto de la cadena para la que trabaja. En su retorno a Tenerife “presentía que ya estaba culminando mi etapa en Kabuki (Abama, una estrella Michelín), restaurante en el que estuve 10 años trabajando”.Para Daniel, efectivamente, había llegado la hora del cambio, de aprender y asimilar otras cocinas y culturas. “Tuve la oportunidad de venirme aquí y no me lo pensé, la verdad. Estoy muy satisfecho de seguir absorbiendo estos conocimientos”, subraya.Cabe precisar que la isla de Koh Samui se encuentra ubicada en el Golfo de Tailandia, al sureste del país y muy próxima a otras islas como Koh Tao o Koh Phangan. Tiene una superficie de 247 Km2 y su capital es Chaweng, comparable a lo que es Patong Beach en la isla de Phuket.Daniel Franco expresa desde allí –donde lleva viviendo tres años- las sensaciones ante el denominador común en el planeta que es la pandemia y el descalabro que está produciendo en la hotelería, el turismo y la restauración. “Aquí también está todo parado desde marzo-abril, cuando empezó todo; Tailandia cerró fronteras y no ha vuelto a abrir. Ahora mismo no existen vuelos comerciales y se baraja la idea de abrir parcialmente solo para cuatro o cinco países”.“Se impondrían cuarentenas obligatorias por lo que se captarían clientes de largas estancias, lo que limita mucho las posibilidades y que ello facilite que todo arranque un poco, como también hace falta en Canarias”. “Se trata de cambiar y adaptarse a las transformaciones con una filosofía útil y eficaz; nosotros nos estamos enfocando por de pronto en el cliente local, ya no sólo porque es el único que hay sino que también, a base de promociones, puede contribuir a algo de movimiento económico”.Daniel Franco apunta que “por lo menos los fines de semana se nota algo de trabajo aunque no sabemos si esto se va a alargar o recuperaremos ya para el año próximo. Nosotros también cerramos el hotel por la normativa, afectándonos en todos los niveles, además de reducir volumen de personal”.“Se trata –prosigue- de que no vuelva a pasar lo mismo en el plano sanitario y si evidentemente los turistas van a tener que hacer cuarentena, sí o sí, a corto plazo no será buena señal para la captación de visitantes. Por ejemplo, en septiembre yo tenía reservadas mis vacaciones para ir a Tenerife, que tenía un montón de ganas de ir, y fue imposible porque únicamente se puede retornar a tu país en vuelos de repatriaciones”.“Sabemos a lo que nos enfrentamos en los próximos meses y habrá que adaptarse a la situación y esperar que algún día esto se arregle y cómo se normaliza la actividad en los sectores. Sobre todo que se arregle aunque no sea como antes, pero que volvamos a abrir y a perder el miedo a volar”.Daniel Franco avanza sus proyectos inminentes. “Marcho a Japón con la compañía para la que trabajo que también tienen varios hoteles y pretendemos abrir a finales de diciembre con mucho trabajo y organización por delante. La idea un poco estar entre los dos sitios, Hokkaido, en una estación de esquí, y la isla”.