La Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias ha identificado un total de 117 charcos con interés turístico dentro del Plan Director de Charcos de Marea. Sobre esos charcos se comenzará a realizar un proyecto de actuación individual para potenciar su valor como atractivo natural.El objetivo del plan es la mejora o dotación de equipamiento, como solárium y zonas de sombra, así como la accesibilidad y seguridad. Son algunas de las actuaciones susceptibles de realizar en estos espacios, detalló el Gobierno en un comunicado.
Charcos en Marea
Este trabajo forma parte de un proyecto más amplio que parte de la obra ‘
Charcos en Marea’. En él, se realiza un estudio detallado y pormenorizado de los 492 charcos de marea existentes en
Canarias. Su autor es el arquitecto y estudioso de esta característica de las costas volcánicas de
Canarias, Alberto Luengo, una obra que se integra en el proyecto ‘
Ecoáreas-Mardetodos, que desarrolla el
Gobierno de Canarias desde 2014.Los aspectos que analiza el Plan Director a la hora de determinar cuáles son los charcos susceptibles de actuación abarcan desde los valores paisajísticos, la
accesibilidad o las dimensiones, hasta la intensidad o la seguridad de uso.
Charcos por islas
Por islas, en
Tenerife se han identificado un total de
61 charcos de interés turístico; 18, en
Fuerteventura; 11, en
Lanzarote; 10 en
Gran Canaria; 8, en
La Palma y 8 en
El Hierro; y 1 en
La Gomera.El plan elaborado incluye una valoración aproximada de las actuaciones a realizar en el conjunto de estos 117 charcos, cifrada en 29,4 millones de euros.
Próximos pasos
Los siguientes pasos que se van a acometer es la de redactar los proyectos de cada charco para poder ejecutarlos. Desde la Consejería se habrá que ir habilitando los créditos necesarios y previa consignación presupuestaria en los próximos ejercicios.Los charcos de Canarias son un fenómeno natural y parte de la identidad de las islas, de ahí que uno de los propósitos de Plan Director y de todas las actuaciones realizadas alrededor de ellos sea consolidar una ‘red de charcos’ de uso público. Complementará tanto la oferta de baño local como el atractivo turístico de la zona que ocupan, al ser un elemento único que aporta diferenciación y valor añadido al destino, añade la nota.