Cómo nos afecta el final de las vacaciones

Reportaje AtlánticoHoy. Analizamos con expertos el mejor modo para que niños y adultos superen el síndrome posvacacional al reincorporarse a su actividad escolar y laboral.

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Uno de cada tres trabajadores está sufriendo o sufrirá el síndrome postvacacional al reincorporarse al trabajo tras el verano, según un informe de Adecco, en el que se señala que del 66 % restante, una parte importante padece o padecerá un cuadro de fatiga o estrés directamente vinculado a su incorrecta adaptación al orden y la rutina tras las vacaciones. Si a estos trabajadores se suman los niños y adolescentes, el porcentaje será mayor.

Aunque se hable menos de esta posibilidad, los expertos confirman que el síndrome posvacacional, que causa ansiedad, tristeza, apatía o insomnio en muchas personas mayores, también afecta a los niños cuando vuelven a la rutina escolar. "A todos nos cuesta retomar la rutina y esto no es ajeno a los más pequeños, pero con unas sencillas pautas la situación puede revertirse en breve", se asegura en el infome.

La profesora de Psicología de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Mireia Cabero recuerda que el síndrome puede manifestarse en general con cansancio, cambios de humor o, incluso, problemas estomacales. Alrededor de un 20 por ciento de afectados que se recupera prácticamente en uno o dos días, mientras que un 35 puede prolongar este malestar hasta dos semanas.

El síndrome posvacacional, según Cabero, afecta más a las personas de menos de 45 años y las que se incorporan a la rutina sin una breve transición. "La vuelta a la normalidad confunde nuestro organismo, que está habituado a ciertas dinámicas de vacaciones, y representa un descalabro emocional y físico", según la profesora de Psicología. "Se trata de un fenómeno psicoemocional que aparece como reacción a la vuelta a la rutina. Además, el hecho de idealizar la vida de vacaciones lo hace aumentar", ha añadido.


Tolerancia a la frustración
Los trabajadores más propensos a padecer este síndrome son los que tienen menor tolerancia a la frustración, los menos resilientes, los que disfrutan de unas largas vacaciones y los que vuelven a un entorno laboral hostil. En estas situaciones, Adecco ha indicado que existen casos extremos en los que el trabajador puede experimentar ataques de ansiedad, dolor de cabeza o malestar general, aunque afectan a una minoría.

Por otro lado, Mireia Cabero afirma que la manifestación de rechazo tiene una duración variable según cada persona, "el 20 % de los afectados logra recuperarse del todo en tan sólo dos días, pero el 35 % arrastra los síntomas y las molestias durante dos semanas si antes no consigue estabilizarse".Si el periodo de malestar se extiende a más de catorce días, se debe consultar a un especialista porque los motivos, entonces, "son otros", ha dicho Cabero.



Más frecuente de lo que se cree
Según ha explicado a Atlántico Hoy la psicóloga clínica y de la salud, Tamara de la Rosa, "en mi consulta veo a muchas personas con estrés vacacional". El origen de esta situación viene dado por el exceso de estructuración de las vacaciones para "tratar de disfrutar al máximo".

A juicio de la experta, los pacientes se generan "unas expectativas tan altas de disfrutar las tan esperadas vacaciones que, al ver que no las cumplen, se estresan también". Como consejo, Tamara de la Rosa recomienda "simplemente dejar fluir". Por otro lado, de la Rosa también ha confirmado que "existe mucho estrés laboral" entre los pacientes que acuden a ella a su consulta de la capital tinerfeña.


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La psicóloga Tamara de la Rosa | IMAGEN DE SU WEB PROFESIONAL

Para evitar el síndrome posvacacional se recomienda:

  • Programar el regreso a casa de manera anticipada y relajada
  • Emprender antes las tareas más gratas
  • Mantener una actitud proactiva y positiva
  • No llevarse trabajo a casa y respetar los horarios
  • Practicar ejercicio físico moderado.

Por otro lado, el síndrome postvacacional se puede prevenir en la mayoría de los casos, teniendo en cuenta estas medidas:

  •  Retomar el horario de sueño habitual unos días ante
  • No volver del lugar de vacaciones el día anterior al comienzo del trabajo
  • Dividir los días de vacaciones para no acumular largos periodos vacacionales

Si ya se padece este síndrome, se recomienda levantarse algo más temprano de lo habitual, retomar el trabajo de forma gradual, realizar actividades saludables y adoptar una actitud positiva.



El síndrome en los niños: la clave está en ilusionarles

Para evitar este síndrome en los más pequeños, la profesora de Psicología Mireia Cabero aconseja "saber qué es lo que les entusiasma de la escuela y recordarles que lo recuperarán pronto y volver progresivamente al hábito de acostarse temprano para que cuando comience el colegio se puedan levantar sin necesidad de despertador".

"Seguir una alimentación energética que facilite la rutina, eliminando todos los azúcares refinados propios del verano como helados o bebidas azucaradas y reencontrarse con amigos de la escuela algunos días antes para revivir las experiencias de amistad y de disfrutar juntos" son otros consejos de la experta.

Cabera también recomienda "ir a comprar el material del nuevo curso juntos para que se ilusionen por esta nueva etapa".