Vecinos del barrio santacrucero de San Andrés han denunciado el vandalismo por uno de sus símbolos más señeros, la embarcación Corbeta, que ha aparecido con textos pintados en su casco.
Así, desde la Asociación de Vecinos El Pescador de San Andrés no han tenido dudas en quejarse y lamentarse ante esta acción. “Algún golfo que no tiene nada que hacer se ha dedicado a pintar en el Corbeta. Qué pena no cogerlo pintando el barco. Me quedo en llamarlo golfo, ahora con lo que me hierve la sangre prefiero guardarme otros calificativos”, expresó uno de los vecinos más activos en las mejoras del pueblo y principal impulsor de la reforma del Corbeta en 2021, Marcos Cova.
El texto
Según las imágenes compartidas, se puede entender grosso modo el texto escrito en el barco. "Si alguna vez coges una zodiac, marca rumbo proa a proa y mantén el motor a la vía, que un funcionario nunca se arriesga la vida", deja el enigmático mensaje. Asimismo, un segundo mensaje, aún más enigmático, también se veía escrito a un lado. "¡Estriben, coño, que voy a pasar!".
Cova no ha sido el único en clamar al cielo ante este acto vandálico que toca en los más profundo de los sentimientos históricos de San Andrés. "Siempre tiene que haber un ........, pongan ustedes lo de más....." ha sido uno de los enfados. "Si ya nos pisotean algunos visitantes, lo que nos faltaba es que algún imbécil descerebrado y quizás del pueblo, se dedique a sabotear un símbolo de nuestro patrimonio...", exabrupta otro de los vecinos.
Historia del Corbeta
El Corbeta navegó muchos años a lo largo de la costa tinerfeña cargando pescado, que posteriormente era repartido por el pueblo de San Andrés entre todas las familias para su consumo. Fue protagonista cada último domingo del mes de julio, ya que transportaba a la Virgen del Carmen que es copatrona del pueblo hasta que, finalmente, terminó en el depósito para posteriormente ser rescatada por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en 2021 para volver al pueblo.
De esta manera, San Andrés recuperó oficialmente a su Corbeta como símbolo representativo de todos los pescadores del pueblo y la tradición de la pesca, después de que los propios miembros de la Asociación de Vecinos El Pescador finalizaran los trabajos de rehabilitación del emblemático barco que perteneciera a Manuel Fernández, conocido como Manolo El Chocolate.