El portavoz de Unidas Podemos (UP) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Ramón Trujillo, ha confirmado que dirigirá una carta al embajador de Francia en España para trasladarle sus quejas por el "desmedido afán de lucro" del Museo Rodin de París en la operación fallida de instalación de una sede en la capital tinerfeña.
Trujillo indica en un comunicado que "no es aceptable" que una institución dependiente del Ministerio de Cultura de Francia "intente vender copias de esculturas" a un municipio español por "un desmedido afán de lucro que la lleva a apoyarse en tasaciones alejadas de la imparcialidad exigible y en el proceder opaco de la administración local".
Malas prácticas
Asimismo, el portavoz de UP en Santa Cruz señala que esas "malas prácticas" a las que se refiere incluyen la licitación de un estudio de impacto económico que "exagera” la repercusión que hubiera tenido el Museo Rodin en Santa Cruz. "Un proceder impropio de una institución pública", añade.
Trujillo considera necesario "determinar cómo, y a través de quién, llegó la propuesta de un Museo Rodin para Tenerife", y se remite a informaciones en prensa que señalan al directivo de una empresa consultora "con estrechos vínculos" con Ciudadanos en Santa Cruz de Tenerife.
Preguntas
También se pregunta si estas "pistas" contribuyeron a abortar el proyecto del Museo Rodin y, en tal caso, "cuáles son los motivos exactos".
Trujillo se cuestiona si fue el alcalde, José Manuel Bermúdez, quien "pidió" a los rectores de la entidad francesa que desistieran del proyecto.
Intereses del Museo Rodin
En cualquier caso, "está claro", indica el portavoz de UP, que al Museo Rodin "no le interesaba" aparecer vinculado a "un proceso opaco, repudiado por el sector cultural y con dudas sobre las motivaciones ocultas" que subyacen tras el proyecto.
Además, recuerda que UP tenía previsto presentar la próxima semana ante el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Canarias un recurso para paralizar la adjudicación de la compra de copias de obras de Rodin por las que se iban a "despilfarrar 16 millones de euros de dinero público".
Tasación dudosa
La compra de esas obras, abunda el portavoz de UP, se sustentaba en una tasación "carente de la imparcialidad exigible" mientras que el proyecto de viabilidad económica "no era nada creíble", y además había sido encargado a tres empresas, seleccionadas por el Ayuntamiento, que "comparten directivos".
Trujillo afirma que el proyecto era "legalmente cuestionable" y que Bermúdez y el Museo Rodin de París "no podían permitirse un inminente revés legal que se sumaría a la oposición del sector cultural, al creciente rechazo ciudadano que estaba concitando el proyecto y al ridículo nacional que suponía salir en medios de comunicación estatales retratados como provincianos a los que habían metido un sablazo cultureta en París".