Hace prácticamente un año, el portavoz de Unidas Podemos en Santa Cruz de Tenerife, Ramón Trujillo, emitió un comunicado donde demandaba al Gobierno local (CC, PP y la concejal tránsfuga Evelyn Alonso) más información sobre los costes que supondría la instalación de la sede del Museo Rodin en la capital que el grupo de gobierno había anunciado.
Prácticamente un año después, la propuesta se ha descartado pero no por el alto coste o la falta de una conexión del escultor parisino con Tenerife, sino por el rechazo del sector cultural y político a la propuesta. Este martes, el Ayuntamiento de Santa Cruz ha dado a conocer una carta remitida por el museo de París que afea “las declaraciones mentirosas o, como mínimo, mal informadas” de quienes criticaban al proyecto y anunciaba que en la capital “no se dan las condiciones” para esta iniciativa.
Un sueño corto
Poco más de un año duró el sueño parisino. Varios meses en los que la oposición ha sido la mayor crítica sobre la propuesta, primero criticando la falta de información y después el despilfarro de 16 millones de euros para la compra de 68 esculturas que, en realidad, eran réplicas. El portavoz de Unidas Podemos ha celebrado la noticia de la paralización del proyecto aunque recalca a Atlántico Hoy que “seguimos pensando que aquí hay muchas cuestiones que investigar”.
“Había un contrato por el que se adjudicó el estudio de impacto económico en el que el ayuntamiento invitó a tres empresas que luego hemos visto que estaban relacionadas”, comenta Trujillo. Este dato es importante ya que Unidas Podemos estaba preparando un recurso ante el Tribunal de Contratos para recurrir la adjudicación al entender que “hay incumplimientos legales importantes”. Según el portavoz hay interrogantes sobre la pluralidad en la licitación y la efectiva competencia de opciones distintas.
Preguntas en el aire
“Todo esto ha sido extremadamente opaco y hay una cantidad de interrogantes que persisten”, añade sobre toda la tramitación de los expedientes de redacción del proyecto y compra de las esculturas. También denuncia que la tasación de las obras, que provocó que se elevara el presupuesto hasta los 16 millones de euros, estaba viciada ya que el tasador, Jérome Le Blay, estaba vinculado al propio museo.
Trujillo apunta como clave especialmente a un artículo publicado en El Español que señala “interrogantes importantes” como la implicación “de un señor que estaba en las listas electorales de Ciudadanos en su momento y que forma parte de una importante consultora y que aparece en París y en el Ayuntamiento, cuando en principio no hay ninguna razón para que tenga que estar ahí y luego hay otras personas que tienen relación con esa consultora”. Se refiere, sin dar nombres, a Marcos Cohen Simancas.
La percepción de Trujillo es que “hay cosas por lo menos que aclarar, sobre todo teniendo en cuenta que la tramitación del expediente fue opaca, se nos ocultó la información”, comenta. Por ello, asegura que desde su grupo político seguirán investigando sobre cómo se ha fraguado todo el proyecto, aunque ya se haya paralizado.