Yaxmira es una vecina del barrio santacrucero de Ofra que dice llevar ocho años sin dormir adecuadamente por culpa de los ruidos que llegan desde el bar que tiene justo debajo de su casa. El local abrió en 2015 en lo que antes era un almacén y, desde entonces, esta vecina ha estado quejándose de los ruidos y los olores que llegaban desde allí a su vivienda. Desde el pasado viernes 28 de abril, según ha explicado a Atlántico Hoy la denunciante, el bar está cerrado por orden municipal.
Se trata de la segunda vez que la concejalía de Urbanismo cierra este local. La primera fue en 2021 bajo las órdenes de Carlos Tarife, actual concejal de Servicios Municipales pero responsable entonces de aquella área, que ha explicado a Atlántico Hoy que la clausura se produjo por no contar con el sistema de extracción de humos requerido.
El local se cerró en 2021
Una de las denuncias que presentaba la vecina desde un inicio era que los olores de la cocina del local se metían en su casa, ademása del ruido. Hace unas semanas, el propietario del bar explicó a Atlántico Hoy que tras aquella clausura tuvo que instalar un sistema de filtrado de los gases colocado dentro del local, ya que en su momento no pudo colocar una chimenea de extracción en la trasera del edificio por la negativa de Yaxmira a que los humos se evacuasen por su solana.
De hecho, la vecina cuenta que el propietario del local comenzó a colocar la citada chimenea sin autorización de la comunidad de vecinos. Por su parte, el propietario explica a este medio que su local tiene humedades provenientes de la vivienda de Yaxmira que tampoco se han subsanado. Una guerra total entre vecinos.
Además de aquel cierre, en 2021 se le impuso una multa de 15.001 euros por "actividad clandestina" derivada del estar trabajando sin la licencia correspondiente por la ausencia de extractor. Una multa que, según explicó el propietario del bar a Atlántico Hoy, se le quitó después, aunque desde Urbanismo no han aclarado a este medio si eso es cierto ni la razón.
Mediciones de ruido
En paralelo al problema con los humos, Yaxmira solicitó también una medición de ruido en 2021, que arrojó unos resultados en el dormitorio y la sala de estar de su vivienda por encima de los decibelios permitidos en periodo nocturno. Por esa razón, Urbanismo impuso entonces la obligación de subsanar el incumplimiento mediante un proyecto de aislamiento acústico, además de imponer la obligatoriedad de cerrar en horario nocturno (de 22:00 a 8:00) hasta haberlo hecho.
El propietario, según explicó a Atlántico Hoy, arregló las incidencias con la extracción de humos que habían llevado al cierre del local y, cuando abrió de nuevo, cambió el horario de cierre a las 22:00. No obstante, no encargó ningún proyecto de insonorización y eso llevó a que, casi dos años después, Urbanismo volviese a hacer mediciones desde la casa de Yaxmira.
A finales de enero de 2023, los técnicos del ayuntamiento certificaron que el problema no estaba arreglado. Ahora, Urbanismo ha cerrado de nuevo el bar, aunque Yaxmira cuenta a Atlántico Hoy que desde el área le han indicado que la propiedad del local ha planteado finalmente un proyecto de insonorización con un falso techo.