Continúa en el seno del equipo de gobierno de Santa Cruz de Tenerife las diferencias por la ubicación del rastro del municipio chicharrero. Si bien para el alcalde, José Manuel Bermúdez (CC), no hay debate alguno, pues la Ordenanza Municipal reguladora del ejercicio de la Venta en el Rastro de Santa Cruz así lo expone, el concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife (PP), se desmarca de la valoración del regidor argumentando que “las ordenanzas se pueden cambiar”.
En declaraciones a Atlántico Hoy, Bermúdez fue claro y contundente: “El rastro tiene un sitio donde celebrarse, como marca la ordenanza, y eso no es discutible; las calles anexas al mercado”. En este sentido, el gestor municipal añadió que “ahí es donde va a volver el rastro” y -en un principio el objetivo era antes del Carnaval (23-26 de junio)- “en el momento en el que se den las condiciones”.
Propuesta de cambio
Sin embargo, Carlos Tarife, que ya mostró su desacuerdo semanas atrás con Alfonso Cabello, concejal de Promoción Económica, con la reubicación del rastro en su lugar habitual, mantiene el pulso al alcalde al afirmar a este periódico que “las ordenanzas se pueden cambiar” y que su partido está “proponiendo un cambio”.
En este sentido, el edil de Servicios Públicos, explica que su visión es más de cara al futuro, siendo parte del programa electoral para 2023. “Yo entiendo que la nueva ubicación tiene que molestar lo menos posible y la propuesta del PP es hacer un rastro más potente y más turístico en el entorno de Bravo Murillo, cerca de la Plaza de España. No se molesta a nadie, tenemos oficinas de correo, el Cabildo de Tenerife y el propio entorno de la Plaza de España. Además, un domingo es un atractivo para las cafeterías”, argumenta.
No obstante, valora Tarife que en el caso de que no se pueda dar una nueva ubicación al rastro, diferente a la anexa a La Recova, “hay que pactar la ubicación exacta con los vecinos para que las molestias sean mínimas. El rastro no tiene por qué estar vinculado siempre al Mercado”, sentencia.
Rastro limitado
Por otro lado, Bermúdez quiso hacer hincapié en que la nueva restructuración del rastro, cuando recupere su localización, será “limitada”. Así, el alcalde santacrucero destacó que, según la ordenanza, “vamos a tener un rastro limitado a los puestos que estén autorizados, que son los que tienen derecho a acudir”.
En esta línea, amplió que “no va a ser un rastro abierto e ilimitado donde se ocupen de manera ilimitadas las calles. No se va a autorizar más puestos que los que ya están autorizados”, finaliza.