El té de burbujas, o en su versión inglesa bubble tea está protagonizando en Tenerife un vaivén de negocios dedicados especialmente a esta bebida. La calle Castillo, en Santa Cruz de Tenerife, albergará en los próximos días la apertura de una tienda dedicada a la bebida taiwanesa que desde hace una década está triunfando en el mundo.
La marca Heart Place Bubble Tea ya contaba con una tienda en la avenida La Salle, también en la capital tinerfeña. Ahora ha decidido ampliar el negocio e inaugurar otra tienda en una zona más céntrica y con un mayor trasiego de personas como es la zona comercial de la calle Castillo.
'Bubble tea' en Tenerife
No es la primera marca que ofrece estas bebidas en Tenerife. Ya en los últimos años diferentes tiendas de tés de burbuja han abierto sus puertas en la isla, aunque lamentablemente su permanencia no siempre se ha prolongado en el tiempo. Es el caso de Jellyboo en La Laguna o Mochi Mochi, en Santa Cruz. Esta última había anunciado una apertura en Santa Cruz de Tenerife en noviembre de 2021 pero hasta ahí llegan las publicaciones de sus redes sociales.
La empresa valenciana Wowble también abrió una tienda similar en el Centro Comercial Meridiano. Era uno de los pocos establecimientos que la marca tenía en España, pero cerró a los pocos meses. Ahora la marca está presente en Andalucía, Madrid, Valencia y Emiratos Árabes Unidos, según se puede ver en su web.
Nacimiento en Taiwán
Se trata de un té aromatizado que cuenta en su interior con burbujas de tapioca que dan a la bebida una distinción particular. La historia del bubble tea se remonta a Taiwán en los años 80. El origen de esta bebida está disputado por dos casas de tés del país asiático, Chun Shui Tang y Hanlin. Aunque la historia de cómo nació no se pueda comprobar la realidad es que las dos historias coinciden con que el bubble tea surgió después de añadir diferentes condimentos al té, la que es la segunda bebida más consumida, después del agua.
Desde Taiwán el té de burbujas se expandió al resto del continente asiático, donde se convirtió en un producto muy consumido, sobre todo en las grandes ciudades como Tokio, donde es muy usual ver establecimientos de este estilo. El auge global empezó con la llegada de esta bebida a la ciudad de Nueva York, punto del que empezó la expansión por Estados Unidos. Un poco más tarde a Europa.
En esencia, se trata de una bebida fría de té que se acompaña con diferentes condimentos como la tapioca, que le da su característico nombre, pero también fruta, leche condensada, miel o jarabe, entre otras cosas.