El Ayuntamiento de Santa Cruz ha decretado la suspensión, a partir de las 00:00 horas de este sábado, de todas las actividades previstas para este fin de semana en el municipio, así como el cierre de las instalaciones deportivas y el Rastro de Santa Cruz, entre otros, al conocerse la declaración de Alerta Máxima decretada este mediodía por la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, ante la previsión de que se produzcan fuertes lluvias, viento, tormentas e inundaciones.
Ante la prevista llegada de estos fenómenos meteorológicos, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife activará, desde las 00:00 horas de este sábado, el Plan Municipal de Emergencias (PEMU) en situación de Alerta Máxima debido a estos fenómenos meteorológicos adversos, para hacer frente a sus efectos en diferentes puntos de la ciudad.
Recomendado suspender actividades privadas
Esta situación meteorológica obliga a la suspensión de las actividades municipales al aire libre y el cierre de dichas instalaciones, ya sean polideportivas, culturales, docentes, de ocio y esparcimiento. También, de manera preventiva, se ha estado trabajando durante esta semana en la revisión de imbornales, canalizaciones de aguas pluviales, así como los diferentes elementos de mobiliario urbano.
Con respecto a las actividades no municipales o privadas, la recomendación de la suspensión se extiende a ellas, a efectos de no contravenir las recomendaciones de Protección Civil por la situación de Alerta Máxima, para que obren como proceda.
Evitar desplazamientos innecesarios
Todos los servicios municipales están en máxima alerta a partir de la medianoche de este sábado para la resolución de las incidencias que se puedan producir en todo el término municipal y se hace un llamamiento a la población para que evite los desplazamientos innecesarios y la exposición a situaciones de riesgo a partir de las 00:00 horas de este sábado.
Todos los servicios municipales han comenzado a disponer medidas para evitar incidentes, aunque permanecerán en alerta para la resolución de las incidencias que puedan derivarse de las fuertes lluvias, viento y tormentas previstas tales como caída de ramas y árboles; desplazamiento de contenedores de residuos; avisos por vallados y letreros o cartelería en riesgo; rotura de semáforos, y retirada de elementos de carpas y terrazas que podrían representar un riesgo añadido en las actuales circunstancias.