El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y Emmasa presentaron este martes las actuaciones derivadas de la declaración insular de emergencia hídrica el 29 de mayo, que afecta a distintos niveles a los ayuntamientos de la isla.
La principal ha sido el anuncio de un semáforo informativo que, como se puede deducir, según su color conllevará recomendaciones o normas por partes del Consistorio.
El acceso al semáforo por parte de la población no será directo, sino que será a expensas de que lo vaya publicando el ayuntamiento según los datos hídricos que vayan recabando.
En este sentido, el color verde significa una situación favorable. Concretamente, con un porcentaje de almacenaje de 45% o mayor. El color naranja es el nivel intermedio y refleja un porcentaje de almacenaje de entre un 25% y un 45%. Como es de esperar, el semáforo rojo indica una situación desfavorable con un almacenaje inferior al 25%.
Recomendaciones en nivel verde
El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha preparado una serie de recomendaciones y recordatorios si el semáforo se encuentra en color verde. En este caso de situación favorable recuerdan que “una ducha de 5 minutos conlleva un gasto de agua de 100 litros. Cada minuto es oro. ¡El agua no es infinita!”.
Asimismo, informan que “dejar una llave de paso goteando puede consumir hasta 75 litros de agua al día. ¡Revisa tus instalaciones!” y aconsejan a los santacruceros a ahorrar agua en casa “utilizando cisternas de doble descarga o colocando dos botellas de agua dentro de la propia cisterna. Apuesta por el ahorro, apuesta por el medioambiente”.
Restricciones en nivel naranja
El almacenaje entre el 25% y el 45% conllevará el semáforo naranja que, a su vez, tendrá consecuencias en forma de restricciones municipales: en el uso de agua potable por los servicios de limpieza; del baldeo de patios, azoteas y fachadas privadas, así como cualquier consumo no esencial; del uso de duchas en playas y zonas de baño, públicas y privadas; del uso de chorros públicos; del lavado de vehículos fuera de autolavados específicos para tal uso; del consumo en instalaciones deportivas, recreativas y hoteleras; de consumo a zona portuaria (jardines, servicios no esenciales); y el cierre de las acometidas de fuentes públicas.
Prohibiciones en nivel rojo
En caso de llegar a la urgencia del semáforo rojo con un almacenaje inferior al 25% -como ocurrió en el Distrito Suroeste el año pasado a consecuencia del incendio forestal que afectó al canal de Aguamansa- el Consistorio ha expuesto hasta siete prohibiciones:
En el uso de agua potable por los servicios de limpieza; del baldeo de patios, azoteas y fachadas privadas, así como cualquier consumo no esencial; del uso de duchas en playas y zonas de baño, públicas y privadas; del uso de chorros públicos; del uso de autolavados y lavado de vehículos particulares; del llenado de piscinas públicas y privadas; de consumo de riegos de parques y jardines, tanto públicos como privados, con agua potable.
Además, incluye dos nuevas restricciones: del consumo a centros comerciales; y de presiones en red de agua potable durante las 24 horas del día.
Trabajo previo
Antes de la emergencia hídrica “Santa Cruz ya había actuado. Es decir, ya veníamos trabajando en el ahorro y en la eficiencia energética en la red de abasto con actuaciones en materia de reducción de pérdida o con la puesta en marcha de la instalación de contadores digitales para que los usuarios puedan controlar al máximo su consumo”, expresó el alcalde, José Manuel Bermúdez, antes de dar entrada al nuevo semáforo en rueda de prensa.
En este contexto, el regidor municipal aclaró que actualmente “estamos en nivel óptimo de almacenamiento -en torno al 55%-, por lo que, a día de hoy, no hay previstas ningún tipo de medidas de carácter restrictivo”.
La política del agua, prioritaria
Por su parte, el concejal de Servicios Públicos y presidente de Emmasa, Carlos Tarife, expresó que “la política del agua en este mandato es fundamental y el alcalde yo, desde el minuto uno, dimos prioridad a toda esta serie de obras absolutamente necesarias y vamos de la mano con esa emergencia hídrica que ha puesto el Cabildo y que tenemos que ser corresponsables de cómo van las obras para hacer llegar el agua de salada al distrito suroeste”.
Se refiere Tarife a las distintas obras que acomete actualmente Emmasa para favorecer el acceso a agua desalada por parte del Distrito Suroeste aumentando el caudal, además del cambio de contadores de todo el municipio hacia unos inteligentes.
“Si las obras van bien probablemente este sea el último verano que tengamos que afrontar esta situación de los semáforos, porque, insisto, se están acometiendo obras importantes por un importe de siete millones de euros que van a solventar el problema que, sobre todo, tenemos en el ámbito del Distrito Suroeste”, aclaró Tarife.
Obras en marcha
Por último, el jefe de servicio de Servicios Públicos, Juan Fernando Cano, explicó que “ya el año pasado, a raíz del incendio, se hizo una obra provisional para aportar más agua de la desaladora al distrito Suroeste, se dejó hecha una conducción por la que actualmente entran 1.200 metros cúbicos de agua desalada. Asimismo, la semana pasada comenzamos otra obra, en la vía Ofra-El Chorrillo, para duplicar la capacidad de aporte de agua desalada, que se prevé que esté terminadas el próximo año”.
“Además trabajamos para duplicar la producción de agua desalada de la desaladora. Ahora mismo obtenemos 28.000 metros cúbicos al día y tenemos un proyecto para llegar a los 40.000 metros cúbicos al día, con el objetivo puesto en los 60.000 en el futuro”, cerró Juan Fernando Cano.