Después de 45 años, cuando se vislumbró el proyecto, comienzan las obras para urbanizar la conocida como Montaña Fumero, que debe su nombre a la familia que era dueña del terreno (y aun ostenta una parte importante de la propiedad).
Más de un mes ha pasado desde el comienzo de los trabajos de adecuación del terreno, que en una primera fase (El Partido I) se dedicará a los desmontes de una parcela que cuenta con numerosas alturas, antes dedicadas al cultivo, en la paralela de la Rambla de Santa Cruz desde Hospiten hasta casi el fin de la calle, antes de converger con la avenida Francisco La Roche.
Así lo ha confirmado a Atlántico Hoy la concejal de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Zaida González, quien apunta que este primer paso “lleva muchísimo tiempo tramitándose”.
Explica la edil que la edificación vendrá en un proyecto posterior (El Partido II), pero antes se debe dotar al espacio de las debidas canalizaciones, suministro de agua y electricidad. Una vez terminada esta primera fase, “se recepciona -verifica el estado final de la obra- y, una vez dado el visto bueno, se edificará en los solares indicados”.
Edificios, zonas verdes y un colegio
Los movimientos de terreno y la adecuación de la zona para poder edificar tienen una duración estimada de 10 meses. Otra cosa es la construcción de las viviendas, que se prolongaría, al menos, hasta los dos años de trabajo y para la que no hay fecha de inicio.
Según ha podido recabar este medio el proyecto contempla dos edificios de 7 y 10 plantas, zonas ajardinadas y parques e incluso una escalera que dará comienzo en la calle Alejandro Cioranescu, la cual verá alterada su fisonomía un vez más (poco más de dos meses han pasado desde que se reformase la calle) para añadir un segundo carril a la vía sin tener que prescindir de los aparcamientos a ambos extremos.
Según el documento de la Cotmac (Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias) de 2018, también se delimitaría una parcela para un centro escolar de 7.500 m² de superficie y se crearía un parque urbano de unos 8.000 m² en los alrededores de la antigua Finca Fumero, la cual queda incluida y que deberá mantenerse para restaurarla y dedicarla a actividades sociales o asistenciales.
Pendientes
El resto de los espacios libres se deberán distribuir como plazas o áreas ajardinadas en función de la ordenación que se prevea. La zona asignada al uso de espacio libre de protección se refiere a terrenos con pendientes superiores al 50%.
Estas pendientes son de vital importancia porque fueron las que paralizaron el proyecto hace más de una década, cuando se preveía la construcción de 1.000 viviendas. Sin embargo, según el planeamiento vigente, ese nivel de inclinación, que se alcanza en varios puntos, no permite la edificación.
Esto llevó a la Dirección General de Urbanismo del Gobierno de Canarias a pausar el proyecto, que fue modificado para excluir la parte de la montaña que presentaba mayores desniveles, lo que derivó en la reducción de la superficie de 90.000 a poco menos de 60.000 m².
A esta cifra hay que restarle las cesiones obligatorias que han de entregarse al Ayuntamiento de Santa Cruz (el suelo es privado), que los espacios libres públicos y las dotaciones/equipamientos, que incluyen los citados centro escolar y el parque urbano con su instalación para actividades sociales. En total, 23.879,64 m² según el plan parcial, 25.549 m² según el Plan General de Ordenación (PGO).
La falta de un PGO
Uno de los motivos principales por los que este proyecto ha estado parado durante años ha sido por la inexplicable falta de actualización del planeamiento urbanístico de la ciudad. El último PGO data del año 1992, texto en el que se basaron los propietarios para reclamar una indemnización de 30 millones de euros en concepto de derechos adquiridos por no poder construir en la urbanización prevista.
Hay que señalar que en aquel documento ya se redujo la superficie a construir de los 170.000 m² iniciales a los 90.000 que más tarde se convirtieron en 60.000.
Desde entonces se han hecho adaptaciones puntuales y en la actualidad rige una del año 2005. En 2013 se aprobó un nuevo plan general, anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias por carecer de evaluación ambiental, a partir de un recurso de una empresa de Antonio Plasencia, condenado por el caso Las Teresitas.
Se volvió así a un punto de partida del que no se termina de salir a noviembre de 2023 y que retrasó tanto el plan de El Partido II como el de Las Mesetas o el de la playa de Las Teresitas.
Y de fondo… La Laguna
Solventadas las trabas burocráticas, se pone una pieza más del puzzle que las autoridades chicharreras y tinerfeñas llevan años intentando terminar, que tiene como fin último unir Santa Cruz con La Laguna.
De hecho, una de las últimas adaptaciones del proyecto se debe a que es necesario dar encaje a una futura Vía de Circunvalación Norte dentro del Plan Territorial Especial de Ordenación del Sistema Viario del Área Metropolitana (PTEOSVAM) aprobado por el Cabildo de Tenerife y que suprime gran parte del anterior trazado, denominado Vía Cornisa.
La ordenación vigente de El Partido II no se encuentra adaptada a las determinaciones de la Circunvalación Norte, por lo que habrá que reformular ciertos aspectos como una hipotética conexión con el nonato núcleo de Las Mesetas, que estaría ubicado también en la ladera de la montaña.
El recorrido
La nueva carretera pretende conectar ambas zonas metropolitanas a través del borde sur del Macizo de Anaga, con el objetivo de mejorar la accesibilidad a los barrios altos de Santa Cruz y crear una alternativa a la carretera general y a la TF-5 y, por lo tanto, disminuyendo el tráfico en las mismas.
Su recorrido comenzaría en la Avenida de Anaga, en las proximidades del Barrio de La Alegría, y transcurriría por el norte de los terrenos de la aglomeración urbana, ligeramente paralela al cauce del Barranco de Santos, hasta llegar a la Vía de Ronda en Aguere.