El Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz aprobó este lunes su presupuesto para este 2024, que entrará en vigor este mismo miércoles, una vez haya sido publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).
El montante de esta anualidad asciende a 374 millones de euros, “el que más crece de todas las administraciones de Canarias, con un porcentaje de subida del 17,1%, y que se insertan en un contexto marcado por la recuperación de la actividad económica tras la crisis de la COVID19 y con unas proyecciones para el este ejercicio que estiman una ralentización del crecimiento”, destaca el alcalde, José Manuel Bermúdez.
Garantizar actuaciones
En la rueda de prensa de la presentación el alcalde puntualizó que “ante esta previsión, las cuentas de 2024 se concebían como un plan de inversiones para los próximos años, dotado este apartado con 98 millones de euros, un 50% más que el año 2023” y argumentaba que “precisamente porque lo que se pretende con esta fórmula plurianual es garantizar las actuaciones que ya están en ejecución o que se iniciarán en los próximos años”.
También destaca que “nosotros mantenemos una presión fiscal de carácter contenido, con un presupuesto que invierte solo lo indispensable en el ayuntamiento y lo máximo posible en la ciudad”, indicaba Bermúdez, que argumentaba que “esta es una forma de comportamiento que en el programa de gobierno lo tenemos muy claro, que no es otro que poner por delante siempre al municipio” y avanzaba que “por eso el plan de inversiones crece para obras que se van a realizar en todo el municipio”.
Proyecto infantil
Por otra parte, también en el Pleno se aprobó el convenio de colaboración con el Cabildo de Tenerife para la ejecución del proyecto Zona infantil inclusiva del parque de Santa Catalina, en La Gallega, “una inversión que roza el millón de euros y que será financiada en su totalidad por la Institución insular, toda vez que el proyecto técnico fue redactado y aprobado por este ayuntamiento”, argumentó Javier Rivero, concejal de Infraestructuras, que puso en valor que será el segundo más grande de Tenerife, “con una superficie de 4.000 metros cuadrados para niñas y niños sin distinción de capacidades”.
“Para mitigar el viento –agrega Rivero- que suele estar presente en la zona, en la fase constructiva se va a realizar una obra de elevación y cubrición, a base de hormigón, tierra y piedras, de la parte lateral del parque que da al cementerio” y argumenta que “con la finalidad de que sirva de parapeto protector del viento en el resto del parque” y que se completará con módulos y juegos “como una tela de araña, una tirolina, uno de agua con una ballena y elementos diferenciadores de las zonas a base de colores para la discapacidad, sobre todo para los usuarios con trastorno del espectro autista, por ejemplo”.