Este domingo un grupo de vecinos del barrio santacrucero de San Andrés, acompañados de albañiles, se trasladaron a la capilla del cementerio que se ubica junto a la entrada de la playa de Las Teresitas para intentar asegurar la estructura.
Además, esta actividad programada ha servido para mandar un mensaje a las administraciones por la necesaria restauración de la misma, así como de todo el cementerio, el cual estos vecinos también han ido sosteniendo desde hace cinco años restaurando las cruces y las lápidas.
Puertas abiertas a las administraciones
“Salió todo bien la verdad. Hemos comprobado que se puede restaurar y tenemos las puertas abiertas a cualquier administración que se quiera hacer eco de nuestras demandas, que son las del pueblo”, expresó Marcos Cova, presidente de la Asociación de Vecinos El Pescador, a Atlántico Hoy.
Los trabajos ejecutados durante la jornada se debieron al precipitado deterioro de la capilla en las últimas semanas. En este sentido, la capilla, que cumpliría un siglo como tal dentro de siete años –anteriormente se utilizaba para servicios forenses de la época- se encontraba al borde del colapso. Recientemente, parte del techo ya había cedido.
Casi seis horas
“Lo más importante fue la calidad de la gente, porque ha sido la ocasión en la que más gente profesional ha ido y sabía del tema”, señala Cova, que apunta que desde las 8.30 de la mañana hasta las 14 horas estuvieron apuntalando aspectos claves de la construcción. “Salimos cansados, pero contentos. Estuvimos centrados en la capilla, picando un poquito y tapando algunos agujeros”, añadió. “Avanzamos bastante”, compartió satisfecho.
Sobre la necesidad de que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife intervenga en la capilla, así como en todo el cementerio, Cova explica que por ahora no han realizado ninguna protesta y que “a día de hoy” siguen usando “la diplomacia”, recordando que “salió todo bien”, que era lo que querían.
Historia de la capilla
A lo largo del siglo XX, en el camposanto de San Andrés se han llevado a cabo varias reformas. En 1911 se levantó el muro de cerramiento. En 1930 se construyó una pequeña habitación para realizar las autopsias, instalación que se ha venido utilizando como capilla para celebrar la Santa Misa el 2 de noviembre, día de los Fieles Difuntos. Capilla que actualmente se encuentra en mal estado y debería ser reconstruida en su totalidad y que, hasta ahora, solo los vecinos de San Andrés le han echado esfuerzo.