El gran incendio forestal de Tenerife, que aun continua activo y sin ser controlado tras ya 20 días desde su comienzo en la noche del 15 de agosto, ha causado estragos hasta en doce municipios de la isla de forma directa a través de las llamas, pero también lo ha hecho de forma indirecta, como fueron las consecuencias de la ruptura, hasta tres veces, del canal de Aguamansa.
Es el caso de Santa Cruz, donde dichas rupturas tuvieron la inmediata consecuencia de problema de abastecimiento en el distrito Suroeste. Tal fue así que inmediatamente desde el ayuntamiento capitalino instaron a la reducción del uso del agua, como expresó el concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife en las redes sociales.
Fallaron dos de tres canales
Para comprender el alcance del problema, Javier Rivero, concejal del distrito Suroeste explica que el desabastecimiento surgió “en la zona alta del distrito. En la zona limítrofe con El Rosario, por Llano del Moro y El Tablero”.
En este contexto, aclara que el problema que tiene en el Suroeste es que la entrada de agua va de tres canales: el canal de Araya, el canal de Aguamansa y el canal de Río Portezuelo. “Río Portezuelo y Aguamansa fallaron y el canal de Araya sigue funcionando, pero era insuficiente”, indica.
Asimismo, detalla que a la parte alta sobre todo le surte el de Aguamansa, “que fue el que más roturas sufrió y que prácticamente el mismo problema que El Rosario”. No obstante, comparte que “ya en principio esta semana se van a retirar las restricciones, porque Aguamansa está funcionando. No sé si ya al 100% porque estaba al 70%, pero en cuanto esté al 100% se recuperará la normalidad”.
Soluciones
Explica Rivero que para contrarrestar la avería en los canales en Llano del Moro tienen un depósito compartido con El Rosario. “Una parte de Llano del Moro continuó con agua gracias a ese depósito, vertiendo Emmasa cubas de 30.000 litros, y la otra parte la empezamos a nutrir con agua que venía de El Sobradillo, de un depósito que está a una altura inferior de las viviendas”.
Una solución, la de El Sobradillo, que arrastraba sus propios problemas. “Tenía que ser por propulsión y no llegaba la presión a todas las casas. Por ejemplo, a un segundo piso no te llegaba la presión. Entonces, nutrimos de garrafas de agua y pusimos puntos de recogida de agua donde sí había agua”, detalla el concejal del distrito.
Por último, el también concejal de Obras e Infraestructuras señaló que “para no tener problemas de corte de Barranco Grande hacia abajo, Emmasa realizó una obra de emergencia de tres tubos desde Ofra por la vía sin hacer Ofra-El Chorrillo hasta el Draguillo para llegar al depósito de los Alisios y Barranco Grande”.