El pasado 9 de marzo Santa Cruz de Tenerife inauguraba una nueva zona de baño para sus vecinos y visitantes de la ciudad en el litoral de Valleseco. Junto a El Bloque, abierto en febrero de 2023, se estrenó el esperado espacio de Los Charcos de Valleseco, zona dispuesta como un pequeño muelle con acceso al mar mediante escaleras o, directamente, desde el muelle.
Sin embargo, como ocurre casi en cada zona litoral de la isla de Tenerife, la basura no ha desaparecido del fondo marino, incluso con elementos de construcción que se usaron en la propia conformación de Los Charcos.
Más de 100 kilos de basura
Así, la Asociación de Proyectos Medioambientales Marinos Promemar ejecutó el fin de semana una de sus características acciones de limpieza del litoral con 109 kilos de basura recogida del fondo de la zona marítima de Valleseco.
En este sentido, se recogieron cabos, boyas, latas, botellas, escaleras o carretillas entre más basura. “Van a ser la rutina de la zona”, expresó la asociación en el anuncio de la recogida.
Quejas por ausencia de servicio para dependientes
Además, la problemática de la basura no es el único que ha salpicado a la esperada nueva zona de baño santacrucera, ya que la plataforma defensa de los derechos de personas con discapacidad, Queremos Movernos, emitió un comunicado quejándose de que, si bien sí es accesible, no está ofertado que se preste el servicio de ayuda al baño a las personas con discapacidad.
“Entendemos que la cesión a Santa Cruz se hizo para el uso y disfrute de todos los ciudadanos y no sólo de aquellos que no presentan discapacidad. Por tanto, y al no obtener respuesta municipal, hacemos pública nuestra reclamación para que se preste este servicio en Los Charcos. No hacerlo supone discriminación por razón de discapacidad e incumplimiento de la legislación vigente en materia de discapacidad. Una ciudad que dice haber decretado la accesibilidad universal, no debe dejar la intención en el papel. Debe materializarlo”, argumentaron.
Ayuda económica
Por otro lado, la actualidad de la actividad de Promemar sigue pasando por las decisiones que las autoridades van tomando. Así, el pasado lunes se aprobó una línea de ayudas para los gastos corrientes de las acciones que han realizado y que impulsó el consejero socialista Nauzet Gugliotta, poniendo el foco en todas las asociaciones medioambientales.
No obstante, el presidente de Promemar, Conrado Cabeza, ha confirmado a Atlántico Hoy que le “el dinero está bien, pero preferimos el permiso para poder utilizar herramientas para retirar los residuos del fondo. Es primordial”.
Un permiso y la multa invisible
En este sentido, se refiere que ese permiso reduciría drásticamente los tiempos de espera que genera la burocracia de pedir las autorizaciones para cada acción de limpieza del litoral. “Para poder sacar neumáticos grandes necesitamos nuestras herramientas”, asegura sobre una normativa actual que les impide usar su técnico de saco y globo.
Una ausencia de autorización que va ligada directamente con la multa que les impusieron hace ya cerca de tres años en Tabaiba, cuando después de años limpiando el litoral de forma altruista fueron sancionados tras requerirles una autorización que necesitaban para poder limpiar los fondos marinos y con sus propias herramientas.
Esa sanción, que se llegó a elevar hasta los 5.000 euros, sigue a la espera en un cajón de la Comandancia de la Guardia Civil, después de meses de lucha y sufrimiento de Conrado antes la “injusta multa”. Quizá el tiempo acabe del lado de Promemar. “Ojalá prescriba”, reconoce entre risas Conrado para finalizar.