Este miércoles el conocido Monumento a Franco de Santa Cruz de Tenerife amaneció con pintadas de color morado, que se unen al rojo anterior con el que ya se había pintado la escultura.
Así, en el Día Internacional de la Mujer, el característico color ha protagonizado la imagen de un monumento cargado de polémica y que aún se mantiene a la espera de su retirada.
La acción vandálica ha sido reivindicada por un grupo activista feminista. “Ante la inacción cómplice de las instituciones públicas nos hemos visto obligadas a alzar nuestra voz para exigir justicia y respeto. Con este acto, manifestamos nuestra total repudia al principal símbolo de exaltación franquista en Canarias (…)”, comienza el comunicado.