Este martes se plantó el primer árbol como símbolo del inicio de los trabajos de remodelación integral del parque Viera y Clavijo, activando una de las obras más esperada -y paralizada- desde 2018 para el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.
Al frente de semejante desafío estará un vecino de la zona, el reconocido arquitecto tinerfeño Fernando Menis, quien asume feliz la reforma de un espacio público que, como ha compartido en declaraciones a Atlántico Hoy, él mismo lo va a disfrutar como ciudadano.
Gratificante
“Es un reto que va a ser muy gratificante”, reconoce Menis. “Todo lo que es abrir zonas verdes y generar espacio público es muy gratificante”, reiteró su idea ligada a su forma de ver sus proyectos.
Asimismo, como santacrucero, no pudo evitar viajar en el tiempo los 24 meses esperados que duren los trabajos. “Tengo la suerte de que encima lo tengo cerca de mi casa, así que yo mismo lo voy a disfrutar”, valoró feliz.
En este contexto, confesó tener “una profesión que realmente es muy grata en una ciudad y una isla como Tenerife donde hay muchos arquitectos muy buenos”.
Ideas
Por otro lado, el arquitecto de 72 años y diseñador de, entre otros, el edificio de Presidencia del Gobierno de Canarias o del Magma Arte & Congresos de Adeje, valoró la importancia de “abrir un espacio multifuncional como siempre fue pensado el Viera y Clavijo”, agregando que “podrá albergar multitud de conferencias, exposiciones, etc.”.
Con respecto al Teatro Pérez Minik, ubicado históricamente en la parte de atrás del edificio principal -el antiguo colegio de La Asunción-, Menis explicó que realmente el teatro no corresponde al proyecto histórico en su origen. “Aparece como una necesidad que tenían las monjas para celebrar actos porque crecía el número de alumnas. Lo construyen y de alguna forma les entorpece la ventilación natural del edifico y la vistas hacia al mar. Es como un tapón”, argumenta.
Además, detalla que “del teatro no queda absolutamente nada y lo que realmente tiene valor es el nombre, Pérez Minik”. No obstante, señala que se intentará “reubicar ese teatro con unas características más adecuadas y mucho más actuales y modernas”.
Sando, constructora adjudicataria
La otra parte vital para el eficiente desarrollo de una obra que va a costar casi 12 millones de euros es la del la empresa adjudicataria, Sando. Juan José Domínguez, delegado en las Islas Canarias, reconoció a Atlántico Hoy que están “bastante orgullosos” de ser los elegidos “porque es una obra emblemática para la ciudad” y esperan “estar a la altura de las circunstancias”.
Para ello, relata que “el equipo de obra es de máximas garantías” y tienen “la colaboración de las tres administraciones”, como se vio reflejado este martes con la presencia del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, y el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, amén del resto de autoridades políticas que participaron en el encuentro.
Dos años de trabajos
El tiempo esperado de los trabajos de remodelación del Viera y Clavijo es de 24 meses, “dentro de una obra que va a tener su dificultades, porque basta con ver el estado del edificio”, apunta Domínguez que, con positividad, espera “que vaya todo bien” y que sea una obra de la que estemos orgullosos y todas las alumnas que lo han vivido vuelvan a ver el edificio como estaba”.
Cuestionado sobre su confianza en cumplir los plazos conociendo los habituales retrasos en las grandes obras a nivel general y, como él mismo comentó, viendo el estado del edificio principal, el delegado regional de Sando no tiene dudas. “Yo creo que es un plazo de obra bastante realista”.
Una realidad que justifica: “Dentro de la dificultad que es un edificio BIC, tiene una cosa muy buena para nosotros como constructora, que es que no le afecta nada del exterior. Dentro del parque estamos como en una isla en la cual podemos hacer los turnos que queramos. No es como estar en una calle o una carretera. Nos va a permitir trabajar las horas que necesitemos y con los medios que necesitemos sin afectar prácticamente a los vecinos, porque realmente hay muy pocos. Es un sitio bastante aislado y podemos funcionar casi como una industria mas que como una obra”, finalizó Juan José Domínguez.