El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha comenzado los trabajos de accesibilidad del último tramo pendiente que quedaba para ello. Se trata de la confluencia de la rambla, el Kiosko Numancia y la avenida de 25 de julio.
Unas obras que han comenzado por el vallado de la zona el mediodía de este lunes y que ha cogido desprevenidos a los usuarios de la rambla y de 25 de julio, generando un caos circulatorio en las primeras horas.
Atascos iniciales
En este sentido, muchos de los conductores que subían la rambla con intención de bajar por el Kiosko Numancia han tomado la decisión de realizar un giro prohibido en la siguiente intersección, generándose atasco en el carril izquierdo por el funcionamiento de los semáforos, programados sin contar ese giro.
Sin embargo, en esta primera fase, el sentido ascendente (desde el Kiosko Numancia) sí se mantiene abierto para aquellos conductores que quieran subir por 25 de julio.
Más allá de los inconvenientes que ha generado la limitación de la calzada, como ocurre en todas las obras, el objetivo de este trabajo no es otro que “el sueño de poder andar desde la piscina municipal hasta la avenida de Anaga sin bajarte de la rambla”, como asegura el concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife.
"Una obra necesaria"
El candidato a la alcaldía de Santa Cruz por el Partido Popular ha añadido que va a suponer que “cualquier persona con movilidad reducida, una familia con un carrito de bebé o simplemente personas haciendo deporte o andando van a poder hacer un tránsito peatonal sin tener que desviarse hacia el Kiosko Numancia o hacia la parte alta de 25 de julio.
Asimismo, valora que “es una obra necesaria” e insiste que se cumple “el sueño” que tenían de unir la piscina municipal y la avenida de Anaga sin tener que bajarte de “la magnifica rambla que tenemos en Santa Cruz”.
Por último, Tarife ha informado que la obra tiene una duración de 60 días y un coste aproximado de 100.000 euros.