El Mercado Nuestra Señora de África apoya una reubicación del Rastro de Santa Cruz cercana

La presidenta del Mercado, Estefanía Hernández, argumenta a Atlántico Hoy las razones por las que apoya un rastro próximo a La Recova

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Estefanía Hernández Ramos, presidenta de la cooperativa del mercado de Nuestra Señora de África, en Santa Cruz de Tenerife./ LA RECOVA
Estefanía Hernández Ramos, presidenta de la cooperativa del mercado de Nuestra Señora de África, en Santa Cruz de Tenerife./ LA RECOVA

El próximo 6 de enero -si no lo ejecuta antes el ayuntamiento-, el Rastro de Santa Cruz pondrá punto final a su estancia en el entorno del Mercado Nuestra Señora de África hacia Presidencia de Gobierno después de 40 años abriendo los domingos.

Ante el acuerdo tomado entre los comerciantes y el Consistorio para alargar hasta el final de las navidades la decisión municipal firmada el 6 de noviembre, habíamos escuchado y leído a varios de los actores protagonistas, como el propio rastro, el ayuntamiento o las casetas azules.

Mercado

Faltaba el popular Mercado Nuestra Señora de África que, según trasladan desde el rastro, se revitalizó con la llegada del mercadillo hace cuatro décadas. Sin embargo, el contexto actual ha cambiado, aunque no la sinergia.

“El rastro beneficia, pero tampoco es imprescindible para el Mercado”, afirma la presidenta del Mercado, Estefanía Hernández Ramos, en declaraciones a Atlántico Hoy. “No es una cosa que tú digas que vivimos del rastro, porque el mercado está aquí desde el año 1943 y ha subsistido, pero sí es verdad que, sobre todo para las casetas azules, los domingos son importantes para esa zona y se genera unas ventas que están muy bien”, añade.

La seguridad

Por eso, según asegura Hernández, lo defienden, aunque con ‘peros’. “Lo que pasa es que nos encontramos con un problema de seguridad del rastro y siempre he dicho que el tema de seguridad hay que implantarlo sí o sí. No sé lo que está pasando ahí. Lo intuyo, pero realmente no lo sé”, expresa.

No obstante, Estefanía comparte que desde la cooperativa han optado por proponer el ayuntamiento “otras alternativas cerca del mercado que no sea abajo, donde quieren llevarlo”. En este sentido, reconoce que con el dossier de incumplimientos que recogió el ayuntamiento, “el concejal -Carlos Tarife- tiene argumentos suficientes para no ponerlo como estaba o, por lo menos, acotarlo de alguna manera para que la gente se identifique, para que haga las cosas bien y para tenerlo más controlado”.

Justos por pecadores

“Ahí hay gente que me da mucha pena, porque son gente buena, que realmente necesitan eso para vivir, pero al parecer se ha metido gente que no respeta, no hace las cosas bien y pagan justos por pecadores”, reflexiona la presidenta del Mercado. “Eso me da muchísima pena, por lo que optamos porque el rastro se haga acotado en un sitio más cerca del mercado que abajo, porque lo que ellos realmente quieren es estar cerca del mercado porque es verdad que les ayuda”, abunda.

En ese sentido, reconoce que “abajo sería distinto” y anima al ayuntamiento a que intente buscar otra zona. “Yo siempre he pedido que sea a partir de la rotonda del Mercado hacia abajo, hacia el TEA”, propone Hernández Ramos.

Alternativas

“Que se acote la zona, que se identifique a la gente y que haya seguridad, porque es verdad que cualquier cosa que montes ahora debe tener unas cosas que antiguamente no se exigían. Hoy no se puede hacer las cosas a la ligera”, argumenta.

Con todo, reitera su apoyo al rastro para buscar otra alternativa que no sea la esperada de desplazarlo a la avenida Marítima “porque parece que están aislados y la gente no va, y que esté cerca del mercado porque hay que apoyar a la gente que quiere vivir y que quiere subsistir. Las otras hay que evitar que entren”.

Casetas azules

Con respecto a las casetas azules, cuyos comerciantes rogaron a través de Atlántico Hoy que no trasladen el rastro, Estefanía recuerda que están desde que el mercado abrió en 1943. “Han vendido sin estar el rastro y estando el rastro. Es verdad que el domingo tiene un día de venta bueno, pero buscaríamos la manera de estar ahí, de seguir adelante y seguir trabajando”, expresa.

Asimismo, señala que “es verdad que un domingo es un día en el que venden bastante y por eso quieren que el rastro se quede ahí, pero realmente el rastro es el rastro y las casetas no tienen nada que ver”.

Así, aclara que una caseta paga exactamente lo mismo que la calle comercial por excelencia de la ciudad, al calle Castillo. “Están pagando sus impuestos, su alta, el autónomo... O sea, una caseta es una tienda. Está en la calle, pero es una tienda, pero nosotros estamos aquí para ayudar a los comerciantes”, finaliza la presidenta del Mercado.