Este viernes, a partir de las 20:30 de la noche, el Teatro Guimerá albergará un año más el concurso más divertido del Carnaval, La canción de la risa, que cumple su decimoséptima edición.
Un certamen al que es inevitable y hacerlo indivisible con su fundador y maestro de ceremonias a partir del cuarto año, Manón Marichal que, a pocas horas del evento ha atendido a Atlántico Hoy.
Mucho nivel
“Este año han subido muchísimo el nivel los grupos y espero que sigan subiendo y que el concurso siga gustando a la gente”, expresa sobre lo que espera que ocurra en el Teatro Guimerá. “Espero que sigan con la mismas ganas y el mismo cariño con el que están haciendo todo el concurso y que hagan reír a la gente”, insiste en la idea.
En esta edición, los grupos aspirantes a vencer son siete, uno menos que el año pasado, pero, como explica Manón, de la mano de un crecimiento paralelo del concurso, pues no es fácil el formato. “Alguna vez alguien me dijo que le daba vergüenza salir a actuar en el teatro en La canción de la risa y algún grupo, que el principio iba a hacerla, al final no salieron”, recuerda.
El Teatro Guimerá
De esta manera, pone el énfasis en la magia del Teatro Guimerá, recinto que se ha convertido en la casa del certamen a diferencia del resto que se celebra en el Recinto Ferial. “Es lo que tiene el teatro, la cercanía. Lo bonito de la interacción entre el grupo y el público es mucho más calurosa y auténtica”, reflexiona Marichal. “Lo otro es como más espectáculo. Maquillas a los grupos y es difícil identificar a alguien”, agrega. “Aquí sabes y reconoces a quiénes están y eso también le da un sabor especial al concurso”, apostilla el padre del mismo.
Asimismo, sobre esta particularidad de que se celebre en un recinto más pequeño, aunque inigualablemente histórico en el municipio y en el resto de la isla, Manón Marichal se siente relativamente cómodo con la etiqueta de concurso menor o concurso olvidado, como cantó la murga Las Diabólicas en la primera fase -que contó con la participación del propio Manón durante la misma-. “En mi opinión, tampoco quiero que se hable a bombo y platillos. Lo que quiero es que los 640 personas que van allí se rían y se queden con ganas de más concurso”.
Concurso fuera del teatro
Manón, que como anécdota verá cómo coincide por primera vez La canción de la risa con la festividad del 2 de febrero, habló también sobre qué ocurrirá con el concurso cuando el Teatro Guimerá cierre sus puertas en 2025 para una reforma integral que se estima dure entre dos y tres años. “Barajamos varias de soluciones”, indica antes de hablar del plan A y el más lógico a la vez que complejo: el Auditorio de Tenerife.
“Todo depende de la colaboración que haya entre el cabildo y el ayuntamiento, porque si lleváramos el concurso excepcionalmente al auditorio el coste de representar el concurso ronda los 15.000 euros”, expone. “Imagínate a qué precio tendrías que poner las entradas de La canción de la risa para sufragar gastos. Un disparate”, abunda.
Por ello, espera que haya algún entendimiento entre la presidenta del cabildo, Rosa Dávila, y el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez “y digan, entendiendo que la recaudación del concurso es benéfica al comedor social de La Milagrosa, como casi todos los años, que cobren lo mínimo que se tenga que cobrar. Si no utilizaremos o plan B o C, que lo mantenemos en espera”, argumenta sin poder mencionarlos.
Manón para rato
Por último, Manón no pone fecha al momento de dar un paso al lado al frente del concurso, ni parece que sea pronto. “Mientras yo me siga divirtiendo y no me pongan muchos traspié, queda”, avanzó antes de elogiar al nuevo concejal de Fiestas, Javier Caraballero. “Por ejemplo, con el concejal que tenemos ahora todo ha sido ayuda y buen rollo. Alucino con Javier Caraballero. Será lo que tiene ser más carnavalero que político y entiende más el carnaval, que hay muchos otros concejales, simplemente por ser menos carnavalero, que no han tenido la mano que ha tendido él con el concurso”, finaliza.