Vecinos de Llano del Moro achacan las colas al cambio de la calle La Pitera por la ruta de Titsa

Modificar esta calle y hacerla de un único sentido ha provocado el desvío del tráfico en la zona, provocando colapsos en horas punta

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Una guagua Titsa realiza un giro en la plaza de Llano del Moro. / Maps
Una guagua Titsa realiza un giro en la plaza de Llano del Moro. / Maps

Los colapsos del tráfico han llegado al barrio de Llano del Moro. Y lo han hecho, según sus vecinos, desde que se decidiera hace unos meses modificar el sentido de la calle La Pitera en favor del funcionamiento de las líneas de Titsa.

En este contexto, La Pitera era una calle de doble sentido, que ayudaba a desahogar el tráfico, y ahora es de un único sentido “para que pasen las guaguas, que toda la vida daba la vuelta en la plaza”, como se queja en Atlántico Hoy, NoemÍ, vecina de la zona. “Ahora, hay días en los que puedes estar tres horas para llegar a Llano del Moro desde la plaza de Las Papas”, compara metafóricamente. “Hay colas infernales”, agrega.

 

 

Petición de Titsa

Así, Noemí, que es solo una vecina más de tantos y tantas del barrio que se sienten molestos y molestas, se pregunta cuál es el problema de que las guaguas sigan dando la vuelta en la plaza. “El ayuntamiento me dijo que fueron los vecinos que se quejaron de ese giro, pero luego me enteré que fue una petición de Titsa”, critica.

Además, señala que el semáforo de la plaza “tarda muchísimo” para ponerse en verde y que “a cada momento se pone en rojo y genera colapsos”. Por ello, apunta que los atascos en todo Llano del Moro “son increíbles” y que dichas colas van desde la plaza Las Papas, en El Sobradillo, hasta la plaza de Llano del Moro. Y luego está la salida del colegio Nuryana. Mas colapso todavía”, añade Noemí.

Alta velocidad

Por otro lado, aunque acompañando a la primera queja, esta vecina señala que muchos conductores “pasan por delante de la calle de La Vendimia y por la calle Tilo a toda velocidad”. Calles por las que ahora discurre el tráfico de los vehículos tras la modificación de La Pitera “y han estado dos veces a punto de atropellarme en un paso de peatones”, esgrime. Causas por los que Noemí afirma a Atlántico Hoy que ya no saca a los perros a pasear.

“La gente pasa por aquí y no se da cuenta que es una calle que la velocidad máxima es de 30 kilómetros pr hora y pasan a 70 y 80. No es una autovía. Una vez mataron a un gato e, igual que fue un gato, puede ser una persona. A mí una vez casi me atropellan y encima me insultaron. Un conductor que además era novel”, expone.

El ayuntamiento lo justifica

Javier Rivero, concejal del Distrito Suroeste, ha atendido a Atlántico Hoy al respecto de la problemática y ha explicado que “la calle La Pitera se pone en un único sentido porque las guaguas estaban haciendo un giro ilegal en la plaza. Plaza que ya pertenece al municipio de El Rosario”.

En este sentido, expone que realizaban “un cambio de sentido entrando marcha atrás en la calle lateral a la plaza y los conductores ya se negaban a hacerlo, con toda la razón del mundo, porque es una infracción de la seguridad vial”, por lo que Rivero indica que solo tenían dos opciones: hacer un cambio de giro alrededor de la plaza, “que el Ayuntamiento de El Rosario no vio viable porque hay que quitar contenedores y se metería tráfico alrededor de esa calle”, y la única opción que les quedaba era hacer el cambio de sentido de la marcha a través de la calle La Pitera. “Se trasladó la parada de la plaza a la calle San Francisco de Paula y se hace el giro en la calle La Pitera”, confirmó como decisión final.

Transporte público antes que el privado

Según reconoce Rivero, la problemática de la calle La Pitera “es un tema recurrente”, pero si volvieran  a poner el doble sentido a la vía tendrían que suprimir las líneas de guagua porque no hay alternativas donde hacer el giro. “Al final, tenemos que prevalecer el transporte publico frente al privado, y si tienes que esperar en el semáforo, pues hay que esperar”.

Originalmente, las guaguas hacían el giro en el colegio Llano del Moro, dentro de una parcela que se usa para el aparcamiento de los padres en el colegio. “Dos veces se quedaron las guaguas atascadas y tuvo que venir la grúa”, resalta el concejal. “Se buscaron alternativas que no cumplían la norma, pero con una calle en un sentido tienes el transporte público asegurado”, añade.

Asimismo, apuntó que hasta que la calle La Pitera no se desarrolle urbanísticamente, no se puede crear otra alternativa. Además, la solución pasaría por hacer el ensanche en un solar que ahora mismo está en venta, “pero hasta que ese solar no se desarrolle la calle no se va a ensanchar. Tiene que ser el privado quien lo urbanice. Es la segunda propuesta que suelen hacer, el ensanche, pero tiene que ser el dueño de los solares”, esgrime.

Colas en Llano del Moro. / Fran Aguiar
Colas en Llano del Moro. / Fran Aguiar

Causas de las colas

Respecto a las colas consecuentes de la unidirección de La Pitera, Rivero señala que cuando se han generado “son, sobre todo, por los accidentes en la autopista del norte, porque cuándo hay colas en la autopista, que ahora es prácticamente todos los días, la gente busca camino por las carreteras interiores, las insulares”.

Así, argumenta que los vehículos entran por El Sobradillo y acaban yendo a La Esperanza y Tacoronte. “Entonces, no es gente que vaya a Llano del Moro, es gente que sube a La Esperanza y al meter tanto coche y con un semáforo de por medio, pues se genera las colas”. Un semáforo que, como ya criticó Noemí, el concejal del distrito confirmó que se reguló. “Tenía una duración de muy pocos segundos en rojo y cuando se hizo el cambio de la calle se aumentó a segundos en rojo, porque hay que dar salida a los coches que vienen de Geneto”.

Por último, señala que “tanto la carretera San Francisco de Paula como la que viene de El Sobradillo, son carreteras insulares y no tienen categoría de calle. Es una travesía rápida, pero que el problema del acceso de velocidad pasa en todos sitios. Al final, los que no respetamos son los conductores”, sentencia.

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