Existe una norma no escrita para los conductores de Santa Cruz: si vas subiendo La Rambla es recomendable pasarse al carril de la izquierda a la altura del Colegio de Arquitectos, de lo contrario tendrás que detenerte unos metros más adelante al llegar a Hospiten. Aunque las paradas generalmente son momentáneas, para la subida o bajada de pacientes, la afluencia constante de personas al centro hospitalario impide en la práctica la circulación por uno de los dos carrilles de este tramo de La Rambla.
Muchos ya tienen interiorizado este hábito al volante y abandonan el carril derecho con antelación para evitar una maniobra de última hora que, dependiendo del tráfico, puede complicarse y obligarles a frenar. A pesar de la anticipación de los conductores y su comprensión con los usuarios del centro, lo cierto es que esta situación compromete la fluidez del tráfico, y en menor medida la seguridad, en una de las arterias principales de la capital.
Hospiten y Ayuntamiento
Fuentes de Hospiten consultadas por Atlántico Hoy indican que el centro cuenta con una zona habilitada para el acceso de ambulancias y que, en el caso de los vehículos privados, estacionan en los parkings de alrededor. Del mismo modo afirman que la "ubicación privilegiada" del edificio conlleva "ventajas e inconvenientes" pero que, en cualquier caso, no han recibido ningún comentario al respecto desde la inauguración del centro en 1995. Asimismo estas mismas fuentes añaden que la situación se produce "en la parte externa del hospital" y, por su parte, no pueden actuar en la vía pública.
Desde el Ayuntamiento también aseguran que no tienen constancia de ningún problema, queja o incidente y, aunque la concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Evelyn Alonso, reconoce que la situación "no es la más segura" también señala que actuar "es inviable" más allá de la intervención de la Policía Local para indicar a los conductores que deben continuar y no obstaculizar la vía.
Poco se puede hacer
"Desde el punto de vista arquitectónico poco se puede hacer" asegura Javier de Puelles, arquitecto y vecino de Santa Cruz. "Es dificil adaptar a una trama urbana ya consolidada un edificio tan complejo como un hospital" y destaca la cercanía de la calzada, así como la estrechez de la acera, como factores que impiden cualquier actuación para resolver el problema.
"Probablemente no se construyó desde cero como un hospital, sino que se reformó para adaptar la planta" afirma el arquitecto en referencia a que, si bien en esa parcela se ubicaba anteriormente la Clínica Quibey, el edificio fue concebido como Hotel Residencia Quibey.
Asimismo señala que el centro está dimensionado "a una escala que no es la adecuada para el uso que requiere" y que se ha pretendido "ajustar con calzador un edificio" en esta zona de tránsito urbano. De Puelles propone que podría haberse habilitado un margen para una zona de carga y descarga aunque admite que en la práctica es complicado que los conductores la utilicen de manera eficaz.
De esta manera las posibles soluciones pasarían por la reubicación del centro en un entorno más amplio o por una obra que precisaría una gran inversión y una intervención de calado en el tejido urbano con lo que, posiblemente, sería peor el remedio que la enfermedad.