Santa Cruz tiene un quebradero de cabeza con seis guaguas híbridas enchufables que no dejan de dar problemas. En 2020, cuando el Gobierno local estaba encabezado por Patricia Hernández, el ayuntamiento compró cuatro guaguas híbridas enchufables por 1,6 millones de euros que pagó con fondos europeos DUSI a la empresa Vectia. En 2022, la capital tinerfeña volvió a hacer uso de estos fondos para comprar dos más de la marca Solaris, que supuestamente iban a entrar en funcionamiento en enero de 2023 pero que, debido a una concatenación de averías, se pusieron en marcha definitivamente en septiembre.
Las cuatro guaguas que se compraron primero, las de Vectia, presentan un problema desde que se adquirieron: como no se habían instalado los pantógrafos de recarga -una estación de carga en las cabeceras de las líneas, algo así como la catenaria de un tren-, los vehículos funcionaban autorrecargándose con un pequeño motor de gasoil, lo cual ha generado, por abuso en su utilización, múltiples problemas eléctricos.
Incidencias constantes
Ahora, el Área de Movilidad del Ayuntamiento de Santa Cruz ha informado, a petición del Grupo Municipal Socialista, del desempeño de cada una de las seis guaguas híbridas enchufables desde 2022, mes a mes.
Los vehículos están numerados del 200 al 205, correspondiendo las guaguas 200, 201, 202 y 203 a las primeras que se compraron en 2020 -las de la marca Vectia- y las otras dos, la 204 y la 205, a las de Solaris que llegaron a la ciudad en 2023 y estuvieron hasta septiembre en el taller.
Años rotas
De la tabla presentada por el consistorio, destaca que todas, sin excepción, han concatenado en algún momento desde 2022 algún periodo de mínimo cuatro meses averiadas. La más llamativa es la unidad 200, que lleva casi un año averiada ininterrumpidamente, desde abril de 2023.
La 201 ha acumulado en los últimos dos años ocho meses parada, la 202 ha estado rota 14 meses y la 203 diez meses. En lo que respecta a las dos de Solaris, la 204 y la 205, han estado en funcionamiento desde septiembre con altibajos. Por ejemplo, ese mes la guagua 205 sólo trabajó el 15% de las horas que le correspondían y su hermana, en diciembre, estuvo completamente parada. Ambas habían llegado a principios de año pero ni siquiera habían salido a la calle porque ya llegaron rotas.
Una formación de la empresa para mecánicos
La propia Área de Movilidad reconoce que "la disponibilidad siempre ha sido inferior a la esperada, en muchos casos debido a las averías de larga duración que han dejado alguna unidad inoperativa durante meses".
"Debido a estas averías continuadas, aún en plazo de garantía, se solicitó a Solaris [y Vectia] una mayor implicación para intentar corregir esta deficiencia. En particular la unidad 200 (averiada desde abril de 2023) debe de reparase toda la instalación eléctrica, estando los técnicos de la fábrica en proceso de reparación", apunta Évelyn Alonso, responsable del área.
Fruto de esta llamada de atención del ayuntamiento a Solaris-Vectia, la empresa impartió en noviembre una formación para los mecánicos de los talleres en Tenerife para que pudiesen reparar las guaguas ellos mismos. Esa formación se ha replicado este mismo mes, entre el 4 y el 8 de marzo.
Ampliación de la garantía
Fruto de esa formación, asegura el área, el desempeño de las guaguas ha ido in crescendo desde noviembre. El pasado mes de febrero, las cinco guaguas que sí funcionan (dejando fuera a la unidad 200) han desempeñado su función en una media del 90% sobre sus horas asignadas, aunque ese dato esgrimido por el ayuntamiento sólo es válido para febrero y los meses inmediatamente anteriores tuvieron un desempeño en conjunto mucho más mediocre.
La solución de Solaris-Vectia a este problema, además de las formaciones mencionadas, ha sido ampliar durante 2024 el periodo de garantía de los vehículos de la primera tanda (del 200 al 203) y "seguir trabajando de forma activa para mantener una disponibilidad razonable".