La desaladora de Santa Cruz de Tenerife cerró 2021 con una producción de 9.853 millones de litros de agua potable. Una cifra que supera en 2.216 millones de litros el agua desalada en 2019, año en el que las instalaciones se ampliaron para pasar de producir 21.000 metros cúbicos diarios a 28.800.
El aumento de la producción en 2019 permitió, según datos de Sacyr, empresa mayoritaria de EMMASA, abastecer a 24.000 hogares más que en años anteriores. Esto, a su vez, amplió la capacidad de la EDAM de Santa Cruz en un 37%.
Más de dos millones de metros cúbicos extra
En total, según datos de Sacyr, el 62% del agua consumida en las viviendas de la capital tinerfeña proviene de la desaladora. La ampliación producida en agosto de 2019 permitió a EMMASA pasar de producir una media de 546 mil metros cúbicos mensuales (546 millones de litros de agua) en los siete primeros meses del año a 761 mil metros cúbicos (761 millones de litros) de media en los cinco meses restantes.
A partir de entonces, EMMASA ha producido 2'2 millones de metros cúbicos anuales de agua más que en 2019 tanto en 2020 como en 2021. Así, en 2020 se desalaron 9.867.215 metros cúbicos (9.867 millones de litros) y, en 2021, 9.853.475 metros cúbicos (9.853 millones de litros).
La mayoría del agua viene de la desaladora
Esta ampliación de la producción permite a EMMASA ofrecer un suministro de agua más holgado a Santa Cruz de Tenerife. Según Sacyr, la mayor parte del agua que recibe la ciudad, el 70% aproximadamente, proviene de recursos hídricos propios. Concretamente, el 62% ya proviene de la desaladora y el 8% de galerías y pozos de la capital. El 30% restante del agua se compra a suministradores privados, y llega de galerías y pozos ubicados en diferentes zonas de la isla.
El concejal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Santa Cruz, Carlos Tarife, ha informado a Atlántico Hoy de que proximamente habrá una comisión de control en el consistorio en la que se tratarán temas relativos a la desaladora y EMMASA.