Este mes de julio el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife puso en marcha la anunciada y esperada -o no- obra integral de la calle de La Rosa. Una obra que, si bien hay consenso en su necesidad, pone en jaque a los comercios locales.
No solo ya por los trabajos en sí mismos durante los programados 24 meses, en ocho fases, sino por las consecuencias de rehabilitar una de las arterias más importante al centro de Santa Cruz. Entre ellas, el precio de los alquileres de los locales.
Temor
Así lo reconocieron alguno de los negocios de la popular calle chicharrera a Atlántico Hoy. Negocios que hoy pagan 700 euros de alquiler, pero que sienten el temor de que con la renovada y vistosa futura calle de La Rosa se pueda disparar hasta los 1.000 euros. “Eso yo no me lo puedo permitir, pero sí las franquicias y las grandes empresas”, traslada una de las propietarias de una de los comercios que ya sufren las consecuencias de las obras.
Además, según ha podido conocer este medio de comunicación, el tema se puso sobre la mesa en la reunión previa al inicio de los trabajos con el alcalde, José Manuel Bermúdez, y el concejal de Obras e Infraestructuras, Javier Rivero.
Imeldo Seris
En este contexto, cabe destacar que la obra en la calle de La Rosa modernizará la vía y se suprimirán los aparcamientos en post de una mejor accesibilidad y facilidad de paso al peatón. Un trabajo similar al ejecutado en la calle Imeldo Seris.
Una calle, la de Imeldo Seris, que ya sufrió las consecuencias de una obra espejo, en menor medida por su menor extensión, y que ha sufrido un baile de negocios desde antes de los inicios hasta después de su reapertura un año y medio después. ¿Hubo problemas de aumento de los precios de los locales?
Diferencias
“La verdad es que a mí no me lo subieron, pero porque hablé con el propietario. El hijo si quería subírmelo, pero tras 30 años pagando sin faltar, llegamos al acuerdo de que me lo mantendría”, reconoce una de las empresarias más longevas de la calle.
Otro testimonio al respecto sí muestra esa versión algo más capitalista. “A mí sí me subieron el alquiler”, aunque aclara que no le ha afectado en el negocio. “El problema es que la obra no ha arreglado nada. Antes vendía el doble”, espeta sobre la expectativa municipal de que la supresión de aparcamientos facilitaría el acceso a más ciudadanos. “La calle sigue igual de muerta”, asevera.
Mismo alquiler
Abundando en más situaciones del pequeño comercio, lo más repetido por parte de los comerciantes es que han logrado mantener el precio del alquiler. “Incluso el propietario me lo había bajado con la pandemia y al terminarse la calle solo me lo igualó a como estaba antes”, reconoce otra empresaria que, eso sí, aclara el contexto. “Es verdad que le dije que si me lo subía más cerraba. He aguantado porque este negocio no es toda mi vida, pero sería insostenible después de cómo lo pasamos durante las obras”.
No obstante, según comentan los veteranos de Imeldo Seris, el gran problema no ha sido para los negocios existentes antes de la obra, sino para aquellos emprendedores que han decidido dar el paso en la ‘nueva’ calle. “Algunos entraron ocupando los locales de los que se fueron por las obras y les ponían alquileres de hasta 1.600 euros. Varios han tenido que cerrar o están en liquidación”, sentenció uno de los empresarios superviviente.
Avenida Venezuela
Otra calle de calado en Santa Cruz de Tenerife que ha sufrido obras de importancia es la Avenida Venezuela, que estuvo 8 meses cerrada al tráfico para cambiar por completo el sistema fluvial y evitar así las habituales inundaciones de una avenida en pendiente cada vez que llovía con fuerza.
A diferencia de Imeldo Seris o lo proyectado en La Rosa, en la Avenida Venezuela no se ha suprimido aparcamientos ni se ha nivelado todo al mismo rasante -aceras y calzada-. Aún así, la mejora operativa de la vía podía haber provocado un nuevo contexto en los alquileres de los locales.
Sin subida
Pero nada más lejos de la realidad. Numerosos negocios de pequeño comercio en alquiler confirmaron a Atlántico Hoy que no habían sufrido ningún aumento, señalando también una buena relación con los propietarios de los locales que se había soldado con la pandemia.
Sin embargo, alguno de ellos sí expresó que si alquiler había subido y no lo estaba pasando bien, pero especificando la verdadera razón. "No ha tenido nada que ver con el resultado de las obras, sino porque el contrato establece la subida de precio por el IPC".
Incertidumbre en La Rosa
Con todo, la incertidumbre se apodera de los negocios que han decidido aguantar -qué remedio- en la calle de La Rosa, si bien es verdad que cada fase tendrá su tiempo. Tal es así, que el grueso de los comercios no se esperan una afectación directa de las obras hasta casi 2025, pues están ubicados de la mitad en adelante de la calle.
Su ubicación en la ciudad, la importancia de acceso al centro y el resultado final podrían generar ese conflicto entre arrendados y arrendadores de los locales comerciales, pero observando cómo ha evolucionado en Imeldo Seris y, en menor medida, en la Avenida Venezuela, el jaque por la sobras no debería ser mate.