La crisis de la subida del gasoil, a causa de la guerra, ha dejado en el alambre a todos los sectores del mundo del transporte y el sector pesquero no ha sido menos. A pesar de las ayudas del estado, las cofradías se ahogan y un claro ejemplo es la popular del barrio de San Andrés, en Santa Cruz de Tenerife.
“Estamos a menos cero y quedará poco para cerrar la cofradía. Un mes más y tenemos que cerrarla”, anunció a Atlántico Hoy el patrón desde 2021 de la cofradía, Juan Andrés. “Tengo seis barcos parados de 17 y hay otros cuatro en la dársena a punto de amarrar, porque no hay atún, ni nada y sube el gasoil. Encima, las ayudas son pocas y esos barcos tienen unas 12 personas cada uno. Ya ha echado a un montón de marineros a la calle y a ver lo que duramos”, agrega resignado.
Ayudas insuficientes
El Gobierno de España aprobó en marzo un paquete de ayudas para el sector primario, entre ellas algunas para el sector pesquero, en el que la cuantía prevista era de 68,18 millones de euros para la pesca extractiva y acuícola.
En este sentido, el sector pesquero se benefició también de la reducción de 20 céntimos por litro de combustible que ejecutó el Ejecutivo central hasta el 30 de junio. Además, una exención de la tasa portuaria para la pesca fresca durante un periodo de 6 meses, que sumaban otros 3 millones de euros.
Sin embargo, todas estas cifras no han sido un alivio para la cofradía de San Andrés. "¿Cierto alivio de qué? Salimos de la COVID, que no podíamos trabajar ni malamente., todavía no hemos levantado la cabeza... Y aquí nos siguen cobrando todo lo mismo, como la Seguridad Social”, esgrime el patrón.
Al límite con las ventas
En este contexto, señala que la mitad de los bares “han cerrado” y con la subida del precio de la materia prima “no tenemos dónde vender el poco pescado que se pesca, que tampoco es mucho. Nos vemos saturados, porque no sabemos dónde vender”, se resigna Juan Andrés.
Ante esta situación de desamparo y sin saber qué hacer, reconoce que ya han hablado con la Federación y han realizado unos escritos, “porque hasta para eso tenemos Capitanía cerrada y el trabajo de todos ellos lo está haciendo la chica de la oficina de la cofradía. No sé qué pasa, si ya no hay restricciones, ¿por qué está todo cerrado?”, se queja.
Sin ayudas del ayuntamiento
Asimismo, explica que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife no les quiere dar el permiso de la apertura del bar. “Si lo tuviéramos abierto, por lo menos, enderezábamos un poco”, señala contrariado.
Por todo ello, desde la cofradía de San Andrés no sabe por dónde encontrar una salida. “¿A quién le vas a pedir ayuda? Si el propio ayuntamiento no nos ayuda, que es el que debería estar aquí apoyando a los pescadores. Y eso que ahora son las elecciones y todo”, finaliza el patrón Juan Andrés.
En marzo de 2021, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, bajo la gestión del área de Urbanismo por Carlos Tarife, precintó el restaurante por tratarse de una actividad clandestina.