Bermúdez, sobre las riadas: "Santa Cruz está mejor preparada, pero nunca al 100%"

El alcalde de Santa Cruz de Tenerife actualiza la situación de defensa del municipio en el caso que se llegara una nueva DANA

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Cauce del Barranco Santos a su paso por Santa Cruz de Tenerife como consecuencia de la tormenta Hermine. / Efe/ Miguel Barreto
Cauce del Barranco Santos a su paso por Santa Cruz de Tenerife como consecuencia de la tormenta Hermine. / Efe/ Miguel Barreto

En el contexto de la dramática DANA que ha azotado la Comunidad Valenciana la semana pasada, muchos tinerfeños, los chicharreros principalmente viajaron 22 años en el tiempo al recordar la gota fría que se estancó en las montañas de Anaga y que dejó, guardando las tristísimas distancias con Valencia, 8 fallecidos.

Entonces, se criticó la situación de los barrancos de la ciudad, que no ayudaron a preservar las defensas contra las fuertes riadas debido a su escaso mantenimiento, además de las construcciones en sus cauces.

Aprendizaje

Se aprendió, se tomaron medidas, y, aun así, una segunda jornada -no tan negra- en el año 2014, con un fallecido, terminó de activar al gobierno municipal para preparar a la ciudad ante otro evento similar a lo vivido o al actual en el levante peninsular. “Como consecuencia de esa riada del 2014 se invirtieron en torno a 20 millones de euros en obras de recogida de agua de lluvia, pluviales, etc.”, ha recordado el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, ante la situación al respecto del municipio.

Se hicieron grandes obras como las de la avenida Venezuela, tanto la parte baja como la parte de arriba, en la zona del Hospital Febles Campos, en la desembocadura del barranco del Cercado en San Andrés, donde se amplió al doble el diámetro de lo que había, así como todo el cauce de los dos barrancos que llegan ahí. Asimismo, el barranco de Tío Pino se encauzó y se hizo subterráneo y el de María Jiménez tiene el cauce que se hizo después de la gota fría de 2002.

20 millones de euros tras 2014

“Se trabajó en La Gallega, en Acorán o en Santa María del Mar, entre otros puntos. Se metieron casi 20 millones de euros. Nos quedan algunas cosas por hacer, aunque lo más importante está bastante hecho. Por ejemplo, falta la obra del Regente, en la parte alta de San Andrés, que espero que la adjudiquen antes de acabar el año”, explicó el regidor municipal.

“Cuando hablas con el consejero insular de Aguas te dice que que el barranco tenga vegetación no es un problema. El problema es que la desembocadura del barranco no esté limpia, como sí lo está el barranco de Santos, porque de arriba va a venir siempre con cosas. Estamos en ello. No nos hemos olvidado y seguimos invirtiendo”, amplió.

Sistema de recogida de lluvias

Así, según informó el alcalde, se está trabajando en nuevos sistemas de recogida de aguas pluviales en Valleseco y está previsto hacerlo en Barrio Nuevo, que ya cuenta con dinero, financiación y el proyecto casi terminado. “Muchas urbanizaciones, como algunas en el Distrito Suroeste, se hicieron sin sistema de recogida de agua de lluvias separadas. Hoy en día, si se hicieran nuevas, están obligadas a tener un sistema de recogida de agua de lluvias diferente al alcantarillado. Las obras de Valleseco es para separarlas. Se está poniendo un sistema de recogida de agua de lluvias que vaya al barranquillo”, aclaró.

También están previstas actuaciones similares en la montaña de San Andrés, como viene en los planes de cooperación con el cabildo.

Preparados, pero nunca al 100%

En este contexto, Bermúdez trasladó la situación de la ciudad con respecto a una hipotética futura DANA. “Estamos mejor preparados, pero nunca al 100%. Yo nunca digo estar preparada, porque nunca sabes lo que te puede venir”, afirma mientras hace referencia al puente del Cabo y a la riada de los 500 años.

“En el puente del Cabo -al final del barranco de Santos- se hizo lo que se podía hacer. Para tú hacer una desembocadura que cumpla con la riada de los 500 años tienes que cargarte la calle Ni fu, Ni fá y, entonces, el barranco tendría el diámetro necesario para eso, porque esa calle se comió la desembocadura del barranco”, argumentó Bermúdez. “Entonces, lo que hicimos en el puente del Cabo fue lo único que podíamos hacer, que era subirlo para que, cuando llegue allí el agua, no sea un obstáculo y cayera a la Concepción. Pero la riada de los 500 años no lo cumple. Está hasta un nivel”, agregó, antes de cerrar de forma contundente: “Si viene esa riada se lleva el puente casi seguro, como se desbordaría el barranco”.