Santa Cruz de Tenerife está negociando con los sindicatos y las jefaturas de servicio un reglamento que regule el teletrabajo, tal y como se comprometió en una instrucción de 2022, pero lo está haciendo "sin prisa", según ha reconocido este viernes en el pleno municipal la concejal de Recursos Humanos, Purificación Dávila.
Preguntada al respecto por el Grupo Municipal Socialista, que asegura que la instrucción inicial de crear un reglamento para el trabajo no presencial se ha prorrogado sine die sin ningún calendario de consecución de objetivos, Dávila ha asegurado que se han logrado progresos, siendo el último que se haya plasmado de forma vinculante en la última instrucción emitida que hay que llegar a un acuerdo con los sindicatos para su regulación.
Mucha disparidad
El problema principal, según apunta la concejal, es la disparidad en las formas y necesidades de trabajo de las unidades del consistorio, lo que lleva a que no se pueda hacer un reglamento homogéneo y haya que negociarlo al milímetro.
Santa Cruz ha comenzado a reunirse con las jefaturas de servicio también -además de con los sindicatos- para conocer todas las necesidades y demandas de ambas partes.
Lograr "el mejor reglamento"
El objetivo es lograr "el mejor reglamento" de teletrabajo posible y esa es la razón de que no se hayan marcado plazos para suscribirlo, según asegura Dávila. Como dice el popular refrán, "vísteme despacio, que tengo prisa".
Los últimos avances en la negociación con los sindicatos y las jefaturas de servicio llegan, según defiende la concejal, a la par que el Gobierno de Canarias por fin ha implementado una regulación a este respecto en su administración. Algo que, asegura, era una pieza previa necesaria para armar el puzzle en Santa Cruz, pudiendo utilizar las administraciones autonómicas como ejemplo.