Este lunes, comenzaron los trabajos de la primera de las ocho fases previstas para el cambio de cara de la céntrica calle de La Rosa en Santa Cruz de Tenerife. Las previsiones apuntan a 24 meses de obra con la que los vecinos y comerciantes de la calle deberán convivir con todas las contras que conlleva este perfil de transformaciones urbanas.
La mencionada primera fase, ya cerrada al peatón, se concentra desde el inicio de La Rosa -desde la calle San Isidro- hasta el pasaje II Ravina. Para rehabilitar el acceso a la arteria vial, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha propuesto rutas alternativas para recuperar el tránsito en la vía más adelante.
Ruta prioritaria
Así, recomienda utilizar el desvío por la calle San Martín como itinerario prioritario, desde su confluencia con la Rambla de Santa Cruz, tanto si se está bajando por la rambla como si se encuentra en dirección autopista. Un trayecto ya existente, pero que el ayuntamiento ha querido puntualizar.
Una ruta, no obstante, criticada por los comerciantes, porque, si ya con las obras en las puertas de su local -los de la fase 1- les han arrebatado las plazas de carga y descarga, el tramo propuesto por el Consistorio se trata de una calle muy estrecha en la que a duras penas puede caber un camión.
Sin descarga y descarga
Según ha podido saber a Atlántico Hoy, fue una de las cuestiones realizadas al alcalde, José Manuel Bermúdez, y al concejal de Infraestructuras y Obras, Javier Rivero, en la reciente reunión con vecinos y comerciantes. “Yo no tengo paso de la mercancía y no han habilitado lugares específicos para la carga y descarga”, reconoce Inés, propietaria de LESS, con su negocio ya con vallas en la puerta.
En este contexto, la comerciante explica que le respondieron que tenían que ir hablando con el técnico de obra. “La reunión era a cinco días de que comience la obra ¿y no tienes organizado eso?”, critica. “No nos afecta solo a nosotros, afecta a toda la calle, porque un camión de supermercado cómo hace para atravesar la calle San Martin, la San Miguel o la Santiago, que son las que han habilitado, sin subirse a las aceras porque no han quitado los aparcamientos por ahí. Va a empezar a haber problemas de ese tipo porque un camino grande no va a poder hacer los giros. No tenían solución. Que ya irían viendo cómo”.
Un miedo que ya compartió con Atlántico Hoy Berto, propietario de Masconberto. “Nos van a quitar un montón de aparcamientos, de acceso a las calles y a los camiones con la mercancía. Lo veo un desastre”.
Ruta para residentes
Pensando más en los residentes de la zona, el ayuntamiento ha fijado los llamados itinerarios interiores por El Toscal para facilitar el paso, por el que también se han preseñalizado algunos cambios.
De esta manera, señalan la ruta principal de la calle San Miguel desde su inicio, también en la calle San Isidro. Calle paralela y en dirección contraria a la avenida Méndez Núñez, se caracteriza también por su estrechez de paso.
Ruta inferior
Si la ruta para acceder a la calla de La Rosa proviene de la calle La Marina, en esta primera fase no sufre cambios salvo si el interesado quiere acceder a ella a través de la calle El Saludo, que da acceso a la zona ya cerrada al tráfico. No obstante, la calle San Isidro está abierta al tránsito de vehículos y desde La Marina se puede alcanzar la rambla como siempre.
Debido a los cambios forzosos, desde el área municipal ruegan a los ciudadanos que se respete la señalización provisional, en especial la referida a las prohibiciones de estacionamiento que están vigentes desde el lunes.
Precisamente por ello, se han propuesto los itinerarios mencionados para facilitar el acceso a la calle de La Rosa, que permanecerá abierta, así como un estacionamiento provisional en el número 52 de dicha vía, con 35 plazas.