Este 2022 ha comenzando con incertidumbres de todo tipo. Por una parte, asistimos al recrudecimiento de las tensiones geopolíticas. Por otra parte, arrastramos problemas de inflación en las economías desarrolladas. Y, por último, los bancos centrales se muestran dubitativos en sus cambios de políticas monetarias para mantener la sostenibilidad del crecimiento económico.
Si bien todo esto puede generar miedos razonables, lo cierto es que a nivel histórico los periodos de incertidumbre han traído consigo volatilidad financiera. Y, cuando hay volatilidad, surgen oportunidades interesantes de inversión en mercados diversos, como vamos a ver a continuación.
El mercado Forex, sensible a las políticas cambiantes de los bancos centrales
El mercado Forex es el lugar donde se negocian a diario los precios de las grandes divisas del mundo. Cada día, de media, mueve 5 billones de dólares en volumen de negociación. Por consiguiente, es el mayor mercado financiero del mundo. Y es, como cualquier mercado, susceptible a los diferentes entornos macroeconómicos. Actualmente, nos encontramos en un periodo incierto a nivel de políticas monetarias de los grandes bancos centrales. Históricamente, en escenarios de inflación como el que vivimos, los bancos centrales han tratado de apagar el fuego recrudeciendo sus políticas de tipos de interés del dinero. Pero la existencia ahora de otros factores desestabilizantes en la economía está creando un escenario inédito en el que no está siendo fácil encontrar una salida clara.
Lógicamente, todo esto se refleja en la volatilidad del mercado Forex. ¿La otra cara de la moneda? En este mercado se puede operar en ambas direcciones del mercado. Además, se opera sobre pares de divisas, es decir, se apuesta por la relación de precio entre dos activos (como el euro y el dólar) y no sobre el valor intrínseco de un solo activo, como ocurre con las acciones.
El mercado de las criptomonedas, susceptibles a los cambios en el apetito de riesgo
Las criptomonedas entran en la categoría de mercado emergente y, por lo tanto, están sometidas a volatilidades mayores que los mercados más tradicionales. Así que, en escenarios volátiles como el que estamos atravesando, no debería extrañarle a nadie que sea todavía mayor.
El dinero es miedoso por naturaleza y, por regla general, ante escenarios inciertos los capitales huyen de los mercados emergentes para refugiarse en valores más seguros, como puede ser el oro. ¿La ventaja? Si logramos capturar los techos y los suelos de los periodos más volátiles de las criptomonedas, nuestro potencial de ganancias puede crecer.
El mercado de materias primas, dependiente de los vaivenes geopolíticos
El conflicto ucraniano está generando volatilidades inesperadas en el mercado de materias primas. Por ejemplo, los cereales se están encareciendo vertiginosamente en España. Por no hablar de la gasolina, que en Canarias ha visto crecer su precio un 30 % en menos de un año.
Los vaivenes geopolíticos demuestran, una vez más, que ejercen una enorme influencia sobre el mercado de materias primas. Son un factor difícil de integrar en nuestra estrategia de inversión, pero ofrecen una ventana de actuación interesante cuando los precios se han recalentado demasiado por reacciones excesivas a las noticias.
En resumen, la volatilidad es temida por algunos inversores. Escenarios como el actual pueden dar la sensación de darles la razón en sus miedos. Pero lo cierto es que también ofrecen oportunidades interesantes de capturar movimientos de precios interesantes. Y, si tienes mente fría, podrás identificar sobrecalentamientos en los movimientos de los precios y aprovecharlos a tu favor.
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