Malestar general, cefalea, presión facial o congestión nasal son indicios de lo que comúnmente se llama sinusitis. Este trastorno aparece cuando la membrana que recubre los senos paranasales (espacios llenos de aire en el cráneo, detrás de la frente, en los huesos de la nariz, las mejillas y los ojos) se hincha provocando molestos síntomas.
Se trata de una de las patologías más frecuentes con la llegada del otoño, producida habitualmente por un proceso catarral y que provoca una sobreinfección bacteriana de carácter agudo, que casi siempre está acompañada por la rinitis, de ahí el término rinosinusitis.
Tipos de sinusitis
La sinusitis aguda es una infección de la nariz y de los senos paranasales por virus o bacterias que dura más de diez días. En estos casos, los especialistas recomiendan evitar los alérgenos, los tóxicos y los lugares con humo.
Si esta inflamación de los tejidos de los senos paranasales dura más de tres meses, estaríamos hablando de sinusitis crónica.
“Esta dolencia se califica de aguda cuando tiene una duración menor de tres meses y crónica cuando supera ese periodo de tiempo”, señala la doctora Alicia Pérez, otorrinolaringóloga del Hospital Quirónsalud Tenerife.
Síntomas y tratamiento
Entre sus síntomas más frecuentes, la especialista destaca “principalmente, la congestión nasal, obstrucción o bloqueo y secreción nasales; además, el paciente puede presentar otros síntomas como dolor, presión facial, pérdida parcial o total del olfato y sensación de mal olor o cacosmia”.
Para su tratamiento, la otorrinolaringóloga de Quirónsalud Tenerife aconseja “realizar una buena anamnesis y exploración del paciente para diagnosticar una rinosinusitis, tras lo cual se investigarán las posibles causas y se instaurará un tratamiento médico adecuado. Si a pesar de ello el paciente no mejora se debe valorar los posibles tratamientos quirúrgicos”.
Tratamiento quirúrgico
La doctora Pérez recomienda, además, la endoscopia nasosinusal como el tratamiento quirúrgico de elección
“Esta técnica permite un acceso mínimamente invasivo aprovechando las fosas nasales del paciente, sin incisiones”. Entre sus múltiples ventajas, la especialista destaca una recuperación más rápida y la ausencia de cicatrices.