La actividad física se ha convertido en un elemento fundamental para disfrutar de una vida saludable gracias a sus múltiples beneficios físicos y psicológicos. Aún así, el deporte puede provocar la aparición de ciertas enfermedades o lesiones. El reconocimiento médico deportivo es la prueba que permite detectar esas patologías y prevenirlas.
El Chequeo Deportivo está diseñado para todas aquellas personas que practican una actividad física con regularidad, para aquellas que tienen un nivel de exigencia superior o que incluso practican un deporte a nivel profesional. Un reconocimiento médico a tiempo permitirá descartar posibles patologías y podrá evaluar tanto el rendimiento físico, como los diferentes aspectos que mejorarán la actividad deportiva.
Diferentes pruebas
El chequeo permite prevenir riesgos asociados a una práctica deportiva concreta y ofrece las claves para potenciar el rendimiento del deportista. Su importancia radica en que “valora el estado general del deportista”, señala el cardiólogo del Hospital Quirónsalud Costa Adeje, Juan Navarrete Reinoso.
Un chequeo médico deportivo consta de diferentes pruebas, como una exploración física, un estudio nutricional, una medición antropométrica, una analítica, un electrocardiograma y una prueba de esfuerzo. “El EGC de superficie valora cardiopatías de riesgo y la prueba de esfuerzo es fundamental para medir la capacidad funcional”, concreta el cardiólogo.
Controlar los esfuerzos
Los deportistas suelen considerarse sujetos sanos, infravalorando sus síntomas. Aunque en los últimos tiempos haya aumentado la participación en carreras populares cada vez más exigentes, los deportistas no siguen un adecuado control de su salud cardiovascular, sometiéndose a esfuerzos físicos extremos sin haber comprobado antes si su corazón está preparado para soportarlos. El problema radica en que la población no es consciente de que existen cardiopatías de curso asintomático que al ser sometidas a un esfuerzo físico extenuante pueden desencadenar complicaciones fatales.
El ejercicio físico no perjudica la salud, pero puede poner de manifiesto enfermedades cardíacas ya existentes que hasta entonces se habían mantenido asintomáticas. La expresión más dramática es la muerte súbita producida durante la práctica deportiva o el ejercicio físico intenso, pudiendo ocurrir en todas las franjas de edad, y afectando tanto a deportistas de nivel competitivo como recreacional.
Se ha comprobado que los reconocimientos preventivos son eficaces en la prevención de la muerte súbita cardiaca.
Factores de riesgo
El Chequeo Cardiológico está especialmente diseñado para aquellas personas que presenten factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, estrés laboral, obesidad, niveles elevados de colesterol o triglicéridos, tabaquismo o antecedentes de enfermedad cardiovascular (cardiaca o cerebral).
Estas pruebas permiten profundizar en el sistema circulatorio, corazón y vasos sanguíneos, con el fin de evaluar su funcionamiento y prevenir la aparición de enfermedades, sobre todo si el paciente presenta factores de riesgo cardiovascular. Además, se asesora al paciente en hábitos de vida saludables.
Procedimiento
Este reconocimiento está diseñado y dirigido por un médico especialista en Cardiología, y comprende la realización de los procedimientos siguientes:
- Visita inicial: Realizada por un cardiólogo en donde se obtiene la historia clínica del paciente, y se realiza un examen físico cardiovascular
- Electrocardiograma basal de 12 derivaciones
- Ecocardiograma-Doppler con el fin de descartar la presencia de alguna cardiopatía estructural de riesgo
- Prueba de esfuerzo máxima en cinta rodante para descartar la presencia de patología isquémica cardiaca y para conocer la condición física del individuo
- Visita final comunicando los resultados del reconocimiento, aportándose consejo médico sobre la práctica deportiva y sobre la conducta a seguir en función de los hallazgos observados. En caso de ser preciso, en esta visita final podría recomendarse realizar algún examen adicional en función de los hallazgos observados (espirometría, análisis de laboratorio, TC coronario, resonancia magnética cardiaca…).