Esta enfermedad es una de las causas más comunes de visitas a los servicios de urgencias debido a su dolor intenso, conocido como cólico nefrítico, que muchas veces requiere tratamiento con medicación intramuscular o intravenosa. El dolor asociado a la litiasis renal es el resultado de la obstrucción en las vías urinarias cuando los cálculos se desplazan desde los riñones hacia los uréteres.
“Es un cuadro muy aparatoso con dolor muy intenso. Los pacientes casi siempre necesitan una visita en el servicio de urgencias”, señala el doctor Guillermo Conde, jefe de los Servicios de Urología de Quirónsalud Tenerife.
Sin embargo, no todos los pacientes experimentan este tipo de episodios. “En muchos casos, las piedras pueden estar presentes en los riñones sin causar síntomas hasta que crecen o se desplazan, lo que puede llevar a complicaciones que requieren intervención médica”, concreta el doctor.
Causas, factores de riesgo y tipos de cálculos
La formación de cálculos renales es un proceso multifactorial que puede estar influenciado por diversos factores de riesgo, entre ellos:
- Baja ingesta de líquidos.
- Anomalías congénitas de la vía urinaria.
- Infecciones urinarias.
- Dieta con exceso de sal, proteínas y oxalatos.
- Obesidad y sedentarismo.
- Alteraciones endocrinas como el hipertiroidismo y el hiperparatiroidismo.
- Consumo de ciertos suplementos, como altas dosis de vitamina D y C, y algunos diuréticos.
- Enfermedades como el mieloma múltiple y la enfermedad de Crohn.
Los cálculos renales se clasifican, según su composición química: cálculos de calcio, que son los más comunes normalmente asociados a sales de oxalato; cálculos de ácido úrico; cálculos de estruvita, que están relacionados con infecciones del tracto urinario; cálculos de cistina, que son poco frecuentes y cálculos derivados del uso de ciertos fármacos.
Síntomas
“Los cálculos renales suelen ser asintomáticos hasta que se desplazan y causan obstrucción en las vías urinarias, lo que provoca un dolor espasmódico intenso conocido como cólico nefrítico”, aclara el urólogo de Quirónsalud Tenerife.
Entre los síntomas más comunes de este episodio se encuentran dolor intenso en la zona lumbar con irradiación hacia la zona genital, escozor al orinar, orina oscura o con sangre (hematuria), náuseas o vómitos, ansiedad y taquicardia., sudor frío o fiebre
Tratamiento y prevención
“El tratamiento de la litiasis renal varía según el tamaño y la ubicación de los cálculos. En la mayoría de los casos, los cálculos pequeños pueden ser expulsados de manera natural con la ayuda de analgésicos y antiinflamatorios. Sin embargo, cuando los cálculos son grandes o están ubicados de manera que no es posible su expulsión, es necesario recurrir a otros tratamientos, incluyendo la cirugía”, explica el doctor Conde.
La prevención de los cálculos renales implica una combinación de cambios en el estilo de vida, como el aumento en la ingesta de líquidos y la adopción de una dieta equilibrada, junto con tratamientos farmacológicos personalizados según la causa específica de la formación de cálculos.
“Algunas recomendaciones dietéticas que son comunes a cualquier tipo de cálculo son beber mucha agua y restringir la ingesta de sal". Respecto al tipo de agua, "las más ricas en bicarbonato podrían ser útiles en los casos de cálculos de ácido úrico o de cistina por su efecto alcalinizante, pero no existe evidencia demostrada que relacione la dureza del agua con la formación de cálculos", afirma el doctor Conde.
"También es un error común reducir la ingesta de calcio de la dieta retirando los lácteos al pensar que tiene relación con la formación de cálculos de calcio”. " Algo que sí ha demostrado clara evidencia es que la producción de más de dos litros de orina al día reduce la formación de nuevas piedras", concluye el urólogo de Quirónsalud Tenerife.