Una lesión repentina, una mala postura en el trabajo o una sobrecarga por un ejercicio incorrecto pueden derivar en tendinitis e impedir una vida normal. La tendinitis crónica puede llegar a ser una lesión muy molesta al ocasionar fuertes dolores asociados a la inflamación de los tendones.
Cuando el tratamiento farmacológico ni la rehabilitación dan los resultados esperados, es conveniente modificar la terapia. Una de las más apreciadas por los especialistas es aplicar ondas de choque en las zonas dañadas, puesto que permitirán eliminar ese dolor tan molesto y mejorar la calidad de vida del paciente.
Múltiples beneficios
Hospital Quirónsalud Tenerife ha incorporado recientemente a su cartera de servicios de Rehabilitación las ondas de choque para el tratamiento de las patologías que afectan a los tendones como la tendinitis y el dolor crónico articular.
Estas ondas de alta potencia tienen múltiples beneficios terapéuticos, sobre todo en aquellas patologías que requieren para su resolución la regeneración de tejidos, como sería el caso de una tendinitis.
Ultrasonidos de alta frecuencia
Esta técnica aplica ultrasonidos de alta frecuencia mediante impactos electromecánicos o electro hidráulicos de alta energía para eliminar el dolor crónico. Se trata de una solución no invasiva y los resultados la convierten en una terapia ideal para acelerar la recuperación y curar diversas patologías que causan dolor agudo o crónico como hombro doloroso, epicondilitis, fascitis o calcificaciones, entre otras.
“Los tratamientos suelen durar unos cinco minutos y aunque pueden llegar a ser molestos, en función de la tolerancia del paciente y la sensibilidad de la zona anatómica donde se tenga que aplicar, su eficacia está más que demostrada”, señala el doctor Vicente López O’Rourke, especialista en Rehabilitación del hospital tinerfeño.
¿Cómo se aplica?
El doctor López O’Rourke explica que las ondas de choque no sólo contribuyen a regenerar el tejido dañado, sino que también tienen un efecto analgésico, con lo que además de recuperar el tendón afectado, elimina el dolor.
Se trata de una tecnología relativamente moderna que emite una onda acústica de alta energía que, aplicada de forma localizada y por un profesional experto, penetra de forma profunda en los tejidos y favorece su regeneración. La principal ventaja de la terapia de ondas de choque frente a la rehabilitación tradicional es que se trata además de una terapia curativa, no paliativa.
Alivio desde la primera aplicación
El especialista de Quirónsalud Tenerife indica que esta terapia, que debe combinarse con sesiones de fisioterapia, es especialmente adecuada para tratar los problemas crónicos de los tendones, como las tendinitis con calcificaciones, como el codo de tenista, las fascitis plantar (espolón calcáneo) o la tendinitis de Aquiles.
El efecto de las sesiones es acumulativo, en varias sesiones, y el alivio se siente desde el primer tratamiento. “En principio se requiere un mínimo de tres sesiones para empezar a notar mejoría y, aunque el resultado de la infiltración es mucho más rápido, el riesgo de recaída es muy inferior”, explica el especialista en Rehabilitación de Quirónsalud Tenerife.