Bienvenidos a El Dorsal, a nuestra serie de vídeos “Gente & Éxito”, donde hablamos de deporte y de todos aquellos rostros y momentos que han hecho que, para muchos de nosotros, el deporte sea un pilar fundamental en nuestras vidas. Nos gustaría que te subieras a este tren de entretenimiento. ¡Comenzamos!El 17 de febrero de 1963 nació en Nueva York el mejor jugador de baloncesto de la historia. Michael Jordan destacó en la universidad y pronto se incorporó a la franquicia de la NBA Chicago Bulls.Su juego lo convirtió no solo en una estrella dentro de la canchas sino que le dio una dimensión hasta el momento desconocida en el deporte de la canasta. Los partidos de la NBA pasaron a ser protagonistas de las televisiones de todo el mundo… Pero el camino no fue nada sencillo.El número 23 jugó 13 temporadas en los Chicago Bulls y pese a que desde un inicio se veía el gran potencial que tenía, la franquicia no era una de las mejores de la competición. Tuvo que levantarse una y otra vez después de cada intento y de cada derrota en los playoffs para alzarse con el título. Compartió cancha con los mejores jugadores de la época. Magic Johnson, Larry Bird, Isiah Thomas… Y todos ellos destacaban ante la prensa el potencial del joven Michael Jordan.Pero su mentalidad iba más allá de ser un gran jugador de la NBA. Estaba en el deporte para ganar y con una actitud competitiva sobresaliente comenzó a crear a su alrededor un equipo que es leyenda del baloncesto mundial.En 1991 consiguió su primer anillo con los Chicago Bulls. Este éxito lo repitió los dos años siguientes y tres títulos más en 1996, 1997 y 1998. Un total de seis campeonatos ganados lo elevó a la categoría de “Rey del Baloncesto” y a los Chicago Bulls a la de “equipo de leyenda”.La ciudad entera lucía orgullosa la camiseta del 23. Michael Jordan era el deportista referencia en aquel momento. Dentro de la cancha, títulos; fuera de ellas, unos ingresos económicos millonarios. “Dios se ha vuelto a disfrazar de jugador de baloncesto”, dijo el popular comentarista español Antoni Daimiel sobre el jugador tras conseguir el sexto anillo.La mentalidad competidora de Michael Jordan le costó más de un enemigo, incluso en su propio equipo. Con la publicación del documental de Netflix ‘El Último Baile’, se descubre un deportista reservado, alejado del resto de sus compañeros y que tras una derrota sacaba su versión más dura para conseguir que el equipo volviera a alcanzar el potencial al que todos estaban acostumbrados.Pese a ello, todos coinciden: Michael Jordan fue una bendición para el baloncesto. Desde su retirada, los periodistas buscan un heredero al trono: Kobe Bryant o LeBron James, pero la figura del 23 sigue intacta en los altos del Olimpo del Basket.Los Chicago Bulls no han vuelto a ser la franquicia exitosa de aquella época y en la NBA no ha habido otro Michael Jordan…