Es indudable que las nuevas tecnologías llegaron para quedarse. Y, sobre todo, llegaron para cambiarnos la vida y los hábitos, supuestamente a mejor… Pero, ¿es así?Así debería ser, desde luego…, pero está claro que el uso de los dispositivos que han aparecido en las dos últimas décadas no interfieren en las rutinas de las distintas generaciones por igual. Concretamente, donde más han afectado desde su aparición siempre ha sido a las nuevas generaciones, modificando drásticamente un estilo de vida que hace 20 años jamás pensamos que podría llegar a ser posible.Las facilidades que ha dado a la vida el surgimiento de Internet ha cambiado a la sociedad. Tras su primer boom en la segunda mitad de los 90, en el nuevo milenio el uso de internet se ha multiplicado por 100 y, cómo no, los jóvenes son los que más se han adaptado a las innovaciones, algo que ha generado problemas en algunos casos, como puede ser la adicción a internet y a las nuevas tecnologías.A la adicción tecnológica también se le llama ‘adicción no química’ o ‘adicción sin droga’ y es una conducta que se repite y que resulta placentera, generando una pérdida de control en el usuario, con una interferencia grave en su vida cotidiana, ya sea a nivel familiar, social o académico.Y, cómo no, la principal arista que ha influido en la adicción a internet por los más jóvenes son las redes sociales y los sistemas de mensajería instantánea: respuesta rápida, recompensas inmediatas e interactividad. Siempre que no dejen de lado otras actividades de la vida diaria, su uso es positivo.Sin embargo, el problema radica cuando acaban provocando un alejamiento de la vida real, ansiedad o que afecte a la autoestima. Las personas que no saben salir de esta espiral disfrutan de los beneficios de la gratificación inmediata, pero no repara en estas posibles consecuencias negativas a largo plazo.Otra de las adicciones que va ligada al uso de internet es un sector en auge, el de los videojuegos, cuya posibilidad de enfrentarte o cooperar junto a cualquier persona del mundo o un grupo de amigos hace que muchos jóvenes pasen muchas horas al día delante de la pantalla, dejando de lado una vida social de contacto directo.Si eres padre, hay consejos que dan los psicólogos para que tus hijos no tengan dependencia de las nuevas tecnologías cuando alcancen la adolescencia.Los dispositivos tecnológicos deben ser los adecuados al nivel de desarrollo del niño. Además, hay que explicarles las normas de uso de las tecnologías directamente. En este sentido, ayudará que los dispositivos se sitúen en espacios comunes y su uso se recomienda que sea compartido con los adultos.Por otro lado, el tiempo de conexión con estos aparatos se debería compartir con el tiempo en el que no están conectados.Enseñar a los hijos a tratar a los demás en las redes sociales como les gustaría que les trataran a ellos también es un punto importante; pero, sobre todo, los padres deben ser un ejemplo para sus hijos en el uso responsable de internet.