Las amplias posibilidades que hay a nuestro alrededor hoy en día es posible que nos confundan y que no nos permitan ver cuál es el camino exacto que tenemos que seguir. Libros, ebooks, canales de Youtube, vídeos tutoriales, cursos online, la formación tradicional, las universidades, escuelas de negocios…
¿Cuál es el camino más directo hacia la vida de nuestros sueños? ¿Cuál es la dirección correcta hacia los conceptos más necesarios y más prácticos para el día a día en nuestra profesión?
Sencillamente, la respuesta a estas preguntas las damos nosotros mismo, dependiendo de nuestro criterio. Estamos acostumbrados a modelos de formación cerrados que se idearon en épocas en las que no existían tantas oportunidades como las que tenemos ahora.
Estudias una carrera, estudias un máster y trabajas… La formación continua y a veces autodidacta es lo que define al verdadero profesional. Muchas personas están apostando por los nuevos modelos de formación online, pero la universidad sigue teniendo mucho que decir.
Posiblemente, la formación tradicional deba afrontar un proceso de transformación muy profundo, tal y como está sucediendo en todo el mundo, a todas las personas y profesionales, vengan del sector que vengan.
Individualmente también nos debemos actualizar y creer de verdad en el potencial que tenemos a nuestra disposición para conseguir precisamente esa formación adecuada. Solo nosotros sabemos lo que queremos y lo que necesitamos, por lo tanto es cada persona quien debe desarrollar el criterio para saber lo que necesita.
La rutina de la formación continua y diaria es casi una filosofía de vida que, como todo cambio importante, puede llegar a costar empezar a ponerla en práctica. Una vez se consigue este objetivo es como la rutina de la lectura, el deporte o la buena alimentación. Nunca querremos abandonar este camino.
Muchas veces, un profesional se podrá encontrar con una situación a la que no se ha enfrentado antes y esto puede llegar a ocasionar una sensación de una gran inseguridad interior. Es por eso que debemos ser capaces de salir de estos bloqueos con las herramientas adecuadas.
Cuantos más recursos, mayor capacidad de reacción y esto nos hace libres profesionalmente a muchos niveles. Nos hace más seguros de nosotros mismos y también de lo que tenemos que aportar a la sociedad.
Puede parecer idílico o utópico, pero una rutina de formación diaria puede marcar la diferencia, ya sea que estés yendo a la universidad o que te guste formarte con libros o cursos online sobre tu pasión.
Los grandes emprendedores siempre han adoptado esta mentalidad y en Tuvigú nos hemos dado cuenta de que es una parte fundamental del éxito en cualquier profesional.
Debemos formarnos y también liderar nuestros equipos de trabajo en la dirección de la formación continua, para enriquecernos desde un punto de vista individual y colectivo, porque las grandes tareas siempre las han llevado a cabo grandes equipos.