Entrevistamos a José Manuel Garrido, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Cajasiete.
¿Cómo es su día a día como director de Relaciones Institucionales de Cajasiete?
“Cuando hablamos de relaciones institucionales se trata de relacionarte con el entorno básicamente. Las instituciones pueden ser tanto públicas como privadas. Al final, un puesto como este lo que intenta es llevar la entidad a toda la sociedad y acercarla a los diferentes organismos o instituciones. No solamente desde el punto de vista del cliente, sino también desde la otra parte, más social, que tiene la entidad, de devolver a la sociedad lo que la sociedad nos da. En este puesto llevo ya siete u ocho años de los veintiséis que llevo en la Caja y también soy miembro del Comité de Dirección de la misma.”
¿Por qué Cajasiete y no otras entidades bancarias? ¿Qué les caracteriza?
“Primero, hay algo que nos diferencia, societariamente, y es que nosotros somos una cooperativa de crédito. No somos ni un banco, ni una caja de ahorro. Una cooperativa de crédito significa que nuestro capital social lo aportan una serie de socios que, en este caso, son más de 50.000, hoy en día, que componen esa masa social que constituye el capital social de la entidad, tanto personas físicas como jurídicas. El ser una cooperativa de crédito es lo que marca un carácter diferente al de hacer banca. No nos repartimos dividendos, sino que remuneramos esas aportaciones al capital que tienen los socios. Entonces, no tenemos esa obligación de ganar dinero, como si habría si hubiese unos accionistas detrás. Eso marca un estilo carácter de hacer banca.”
¿Cuántos convenios tiene en la actualidad Cajasiete y qué se busca con ellos?
“Al final, con un convenio lo que tratas es de acercar una oferta de productos y servicios a un segmento concreto y adecuarles un poco más ese traje a medida a ese segmento productivo. Es pasar un poco del café para todos al café con leche o café cortado. Es decir, tu segmento requiere unas necesidades y unos productos que se adecuen mejor a tu estructura productiva. Por la cercanía que nosotros tenemos con los diferentes colectivos de la parte del negocio institucional, son más de 150 convenios los que hoy en día tenemos actualmente con las diferentes instituciones públicas y privadas.”
¿Cómo es el día a día de un director de Relaciones Institucionales?
“No hay dos días iguales. Intentas planificar la semana lo mejor posible. El estar en un Archipiélago y tener implantación en siete islas te hace que estés prácticamente saltando de una a la otra. Porque en todas hay negocios y en todas tenemos red de oficinas. Casi todas las semanas, algún día o dos, los paso fuera de Tenerife, donde tenemos nuestra sede social. Te ocupan bastante tiempo las reuniones con las personas, que son importantes, la gestión de equipo, un poco todo lo que forma de parte de las tareas de un directivo, con el agravante del coste de la insularidad.”
Cajasiete | IMAGEN: Cedida.
¿Cómo se lucha ante el prejuicio social de las entidades bancarias?
“Evidentemente, después de la última crisis económica, con la desaparición de algunas entidades financieras, el rescate de otras muchas, la Cláusula Suelo, estos días la sentencia del IRPH, todo esto lógicamente va generando desconfianza en la sociedad. Por eso, uno de los desempeños nuestros es generar confianza y generar reputación. Yo siempre digo que la gente nos va a comprar no porque tengamos el mejor plazo fijo; la gente compra nuestros servicios o trabajará con nosotros si somos capaces de generarles confianza en lo que hacemos. Y si además, somos capaces de revertir a la sociedad lo que ellos nos dan, ven que tenemos una contribución social. Yo creo que la suma de confianza, reputación y retorno social son componentes esenciales para luchar contra esa falta de confianza. Que todos los índices de reputación te dicen que no solamente estaba instalada en las entidades financieras, sino también en los gobiernos, en la política; este es un mal generalizado, pero es verdad que con la banca se acentuó muchísimo a raíz de todo estos los temas que te he comentado.”
¿Nos puede hablar de Ruralvía?
“Ruralvía tiene ya más de 15 años. Fui uno de los que participó en el grupo de trabajo. Pertenecemos al grupo Caja Rural, donde estamos veintisiete cajas asociadas. Yo tuve la oportunidad, con cinco compañeros más de otras cajas, de trabajar en el proyecto de lo que era la banca electrónica, la primera que se creó. ¿Iberpay? Me acuerdo que era una tecnología con los módems aquellos que se conectaban y hacían unos ruidos tremendos, pero bueno, cuando vimos por primera vez un extracto de cuenta en pantalla, decíamos que menudo cambio tecnológico el que tenemos. Pasaban hasta tres minutos hasta que se cargaba la pantalla completa con todas las aplicaciones. Solo se podían hacer transferencias, traspaso. Hoy en día, la evolución ha sido espectacular. Y los que no quedan por ver con las nuevas tecnologías digitales que más que un futuro son un presente y una realidad ahora mismo”.
¿Cuál es la importancia de la Fundación Modesto Campos?
“La fundación, como empresa de economía social que somos, una pequeña parte de los resultados que nosotros damos va a retribuir en las aportaciones de los socios, otra parte, la inmensa mayoría, capitalizada a la entidad y hacerla más grande. Activamos todos esos resultados para que tengamos una entidad cada vez más solvente. Nosotros decimos que estamos de paso trabajando para las generaciones futuras, el legado de los que vengan. Igual que cuando yo entré encontramos una entidad que estaba por trabajar, pero los que vinieron la dejaron así y las siguientes generaciones la vamos haciendo crecer cada día más. La fundación se nutre de los resultados de la entidad. Su función principal función es devolver a la sociedad a base de proyectos, ayudas sociales… esos beneficios que gracias a nuestros clientes somos capaces de generar”.
La misión de Cajasiete se centra en el desarrollo sostenible…
“Efectivamente, nuestra misión es contribuir al desarrollo sostenible de Canarias, satisfaciendo las necesidades financieras de las personas y en base a los valores de integridad, solidaridad y profesionalidad. Contribuir al desarrollo sostenible significa que lo que sabemos hacer, satisfacer necesidades, lo hacemos bien, generaremos los recursos suficientes como para poder contribuir a cubrir una serie de compromisos que tenemos con la sociedad: compromiso con el medio ambiente, con la economía, con la ética empresarial… intentar cumplir con todos esos compromisos que hará que aportemos nuestro granito de arena para que Canarias haga desarrollo sostenible de nuestra tierra. Estamos implantando políticas dentro de la entidad, ya no solo internas, sino del punto de vista de la financiación, que van encaminadas hacia el desarrollo sostenible de nuestra tierra”.