En este nuevo vídeo sobre desarrollo personal, queremos profundizar en un concepto poco claro y que puede llegar a dar lugar a situaciones poco deseables para la mayor parte de nosotros. Responderemos a una pregunta que todos nos hemos hecho en algún momento: ¿Existe la suerte?En primer lugar, la principal actitud que debe adoptar un emprendedor es la iniciativa, para conseguir generar los movimientos adecuados dentro de una empresa y que la acción sea la que marque el día a día.Cuando nos introducimos a nosotros mismos en una dinámica pasiva, en la que nos encontramos esperando a que sucedan las cosas, debemos llegar a darnos cuenta de que la suerte como creencia puede llevarnos a una sensación de impotencia.En realidad, la suerte se trabaja día a día mediante la acción. También podemos entender por suerte como una buena racha que estemos pasando, pero si nos fijamos con detenimiento, nos daremos cuenta de que eso que llamamos suerte ha sido provocado por un conjunto de acciones positivas, muy concretas y probablemente bien ejecutadas.Es posible que una idea errónea sobre la palabra suerte nos lleve a confusión en este sentido y nos haga evitar el aspecto más importante de la vida de un emprendedor: la toma de decisiones.Si analizamos los ejemplos de grandes profesionales y empresarios, sabemos que prácticamente el único camino hacia el éxito en este sentido es el aprendizaje y la continua renovación personal y profesional.Muchas veces nos encontramos estancados y erróneamente podemos llegar a confundir una mala racha con mala suerte. Seguramente estamos equivocados, porque si también nos decidimos a hacer autocrítica y miramos con honestidad cuál es nuestra forma de actuar y proceder en el trabajo, descubriremos una ausencia de acciones eficaces que nos estén llevando hacia la realización de nuestros objetivos.A veces esa ausencia de criterio personal y profesional para determinar qué camino seguir nos puede introducir en lugares que no queremos transitar, pero el gran cambio lo habremos efectuado cuando sepamos entender que la educación y la formación continua son las que nos introducen en el progreso.Podemos llegar incluso a descubrir un potencial inmenso con el que ni siquiera soñábamos gracias a introducir nuestra actividad o empresa en los procesos adecuados hacia el éxito.Esta es la definición de suerte que queremos dar desde Tuvigú, para que descubras que tu potencial está realmente en tus manos y de ninguna forma depende exclusivamente de tu exterior, sino de cómo decides tomar decisiones que verdaderamente favorezcan tu progreso.