El crecimiento benigno de próstata es una patología que afecta a más de la mitad de la población masculina mayor de 60 años. También llamada hiperplasia benigna, este proceso clínico provoca una obstrucción a nivel de la uretra, es decir, a nivel del conducto de la orina que causa una dificultad creciente para vaciar la orina que se encuentra almacenada en la vejiga.
Además de la edad, los factores desencadenantes pueden ser antecedentes familiares de problemas prostáticos, la obesidad y las enfermedades crónicas (como diabetes y cardiopatías). Los síntomas más comunes son la urgencia miccional, la nocturia (o incremento de la necesidad de orinar durante la noche) y el flujo lento, entre otros.
Tratamiento
El tratamiento farmacológico acostumbra a ser el más efectivo para relajar la musculatura de la próstata y la vejiga (como la terazosina) o para reducir el tamaño de la próstata (como la finasterida), pero a veces no queda más remedio que practicar una intervención quirúrgica.
“Cuando el tratamiento médico no logra reducir estos síntomas es necesario recurrir a la cirugía”, apunta el doctor Guillermo Conde, jefe del servicio de Urología de Quirónsalud en Tenerife. El especialista explica que, en la mayoría de los casos, no se extirpa esta glándula por completo, sino que sólo se elimina el interior del tejido prostático que obstruye el sistema urinario.
Una nueva técnica
Precisamente, el Hospital Quirónsalud Tenerife ha incorporado recientemente a su cartera de servicios la hidroablación robótica de la próstata, una novedosa técnica quirúrgica segura, precisa y mínimamente invasiva para tratar el crecimiento benigno de próstata que permite conservar la función sexual del varón.
El doctor Conde explica que “si bien hace tiempo la técnica más utilizada era la cirugía abierta, hace unos años esta fue sustituida por la ennucleación con láser holmium, que hoy en día es la más frecuente en nuestro centro”.
Esta técnica robótica logra mantener todas las ventajas de la cirugía con láser, respetando la función sexual, con lo que es probable que en poco tiempo sustituya la anterior pues ni la anatomía ni el tamaño de la próstata suponen una limitación para su indicación.
Cómo se aplica
La hidroablación robótica de la próstata es un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza vía transuretral y que permite planificar la cirugía en función del tamaño y forma del tejido a eliminar siempre con control ecográfico.
Para destruir el tejido prostático agrandado utiliza la fuerza del agua (suero fisiológico) emitida a una presión que se aproxima a la velocidad del sonido y con alta precisión, lo que hace posible preservar las estructuras anatómicas más sensibles del aparato urinario y de la próstata encargadas de la eyaculación, función eréctil y la continencia urinaria. “Esto evita la eyaculación retrógrada o seca, un efecto secundario habitual tras la cirugía prostática”, añade el doctor Conde.
Un servicio pionero
Quirónsalud Tenerife y su servicio de Urología es el primer centro de las Islas en disponer de esta novedosa técnica, con la que cuentan pocos equipos en España. No en vano, ha sido el primer, y por ahora único, centro privado de Canarias en poner en marcha un servicio de Cirugía Robótica Avanzada.
Esta unidad pone a disposición de todos los canarios las prestaciones de la plataforma quirúrgica Da Vinci, especialmente utilizada en cirugía urológica y ginecológica. Este robot se caracteriza por aportar mayor precisión y máxima seguridad a las cirugías, así como por reducir el tiempo de intervención y facilitar una más rápida recuperación de los pacientes.