Con la llegada del verano, los niños disfrutan de más actividades acuáticas, lo que aumenta el riesgo de infecciones de oído, comúnmente conocidas como otitis, uno de los motivos de visitas a urgencias pediátricas más recurrentes en esta época del año. Entender las causas, tomar medidas preventivas y seguir los cuidados adecuados es fundamental para proteger la salud auditiva de los pequeños.
La otitis es una inflamación del oído que afecta a personas de todas las edades, aunque es especialmente común en niños. Esta patología, generalmente causada por una infección, puede manifestarse en diferentes partes del oído, pero la más frecuente es la otitis media, localizada en el oído medio, detrás del tímpano.
Causas
Durante el verano, los niños pasan más tiempo en el agua, lo que puede hacer que el agua quede atrapada en sus oídos. Esta humedad crea un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias y hongos. Además, aunque el agua de las piscinas esté tratada, puede contener patógenos que favorecen las infecciones.
Las causas de la otitis son múltiples. Infecciones bacterianas o virales son las más comunes, aunque también pueden estar relacionadas con problemas alérgicos y disfunciones de la trompa de Eustaquio, que es la que conecta el oído medio con la parte posterior de la garganta. Factores como resfriados, gripe, sinusitis y alergias pueden contribuir significativamente a su desarrollo.
Síntomas
"Los síntomas más comunes de la otitis incluyen dolor de oído (otalgia), fiebre, irritabilidad, y en algunos casos, secreción de líquido del oído (otorrea). También pueden presentarse mareos, pérdida temporal de la audición y, en casos raros, parálisis facial", señala el doctor Pedro Rojas, coordinador de Urgencias Costa Adeje. Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración, pero suelen ser motivo de consulta médica debido a la incomodidad que generan.
Diagnóstico
“El diagnóstico de la otitis generalmente se realiza mediante una exploración clínica. El uso de un otoscopio permite a los médicos observar el conducto auditivo externo y detectar signos de inflamación o infección”, indica el doctor Rojas.
“En algunos casos, se pueden realizar pruebas adicionales como la timpanometría o la reflectometría acústica para evaluar la presencia de líquido en el oído medio, lo cual es un indicador claro de otitis media”, añade el especialista.
Tratamiento y prevención
El tratamiento de la otitis puede incluir el uso de analgésicos para aliviar el dolor, antibióticos para combatir infecciones bacterianas, y descongestionantes para reducir la inflamación. En casos graves, se pueden necesitar procedimientos como la inserción de tubos de drenaje en el oído medio
Prevenir la otitis es posible mediante algunas prácticas sencillas y efectivas. Es recomendable evitar la manipulación excesiva de los oídos, mantenerlos secos y tratar adecuadamente las infecciones respiratorias y alergias. Realizar lavados nasales con suero fisiológico y evitar la exposición a ambientes con humo de tabaco también puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar esta patología.