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Cómo mantener a raya el colesterol

Esta sustancia que el cuerpo necesita para funcionar puede aumentar la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular si se acumula en exceso

Fernando Baquero

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 Enfermera midiendo la presión arterial de una paciente de edad avanzada
Enfermera midiendo la presión arterial de una paciente de edad avanzada

Uno de los temas relacionados con la salud que más preocupa a la sociedad es el aumento de los niveles de colesterol. La población sabe que conviene ajustarse a ciertas cotas que, cuando se sobrepasan, ponen en riesgo el bienestar físico de las personas.

El colesterol es una sustancia fundamental para el buen funcionamiento de las células del organismo. Sin embargo, cuando se exceden los niveles adecuados se corre el riesgo de deteriorar las arterias y desencadenar una trombosis que da lugar al infarto de miocardio o al accidente cerebrovascular agudo.

Colesterol ‘bueno’ y colesterol ‘malo’

Esta sustancia, una pequeña molécula de grasa esencial para la vida, juega un papel fundamental en el organismo. “Es un componente vital de las membranas celulares y sirve como base para la síntesis de hormonas esteroides, como los corticoides y las hormonas sexuales”, señala doctor José Alejandro Medina, jefe de medicina interna de Quirónsalud Tenerife.

El colesterol HDL (lipoproteínas de alta intensidad) es conocido como el "colesterol bueno" porque circula a nivel del torrente sanguíneo, y ayuda a eliminar otras formas de colesterol, absorbiéndolo y transportándolo al hígado, dónde se procesa para usarlo o eliminarlo.

El colesterol LDL, también conocido como colesterol malo, es el que se deposita en la pared de las arterias, acumularse en el revestimiento de los vasos sanguíneos, y a veces, bloquear el flujo de sangre.

La distinción entre colesterol bueno y el malo es una simplificación destinada a facilitar la comprensión y gestión del riesgo cardiovascular en la población, aunque el doctor Medina sugiere que “sería más preciso hablar de colesterol centrífugo (LDL) y centrípeto (HDL), refiriéndose a la dirección en la que el colesterol se desplaza: hacia los tejidos periféricos o hacia el hígado, respectivamente”.

Causas del colesterol alto

Las causas del colesterol alto son múltiples, incluyendo factores genéticos y de estilo de vida, especialmente en la era postindustrial. A menudo, es una combinación de ambos. “Es importante destacar que no todas las elevaciones de colesterol conllevan un alto riesgo cardiovascular, especialmente si no se examinan detalladamente las subfracciones de colesterol (LDL, HDL y otros valores más avanzados)”, remarca el especialista.

Como referencia general, un nivel de colesterol total de 200 mg/dl se considera adecuado, aunque no debe causar alarma pero esto en modo alguno debe producir alarma, ya que, como se ha dicho, una vez se analiza el detalle no todas las elevaciones de colesterol son malas.

La importancia de controlar el colesterol

Controlar el colesterol es vital porque su exceso, en el contexto del actual estilo de vida, se asocia con un mayor riesgo cardiovascular. “El proceso de daño comienza con lesiones en el endotelio vascular, donde el colesterol LDL puede adherirse, desencadenando una serie de reacciones que pueden culminar en la obstrucción de arterias importantes, como las coronarias”, explica el médico de Quirónsalud Tenerife. Este proceso, conocido como arterioesclerosis, suele desarrollarse a lo largo de décadas, añade.

Reducir los niveles de LDL es una estrategia eficaz para disminuir los eventos cardiovasculares, especialmente en personas con alto riesgo. Aunque el colesterol LDL elevado no siempre es peligroso por sí solo, “la combinación con otros factores de riesgo aumenta significativamente el riesgo cardiovascular”.

Por ello, es importante comenzar a controlar el colesterol cuanto antes, especialmente si existen múltiples factores de riesgo cardiovascular, como obesidad, hipertensión, diabetes mellitus y tabaquismo. La prevención temprana es clave para mitigar el riesgo acumulado a lo largo del tiempo.

Grupos de riesgo

El colesterol es un factor de riesgo cardiovascular porque puede contribuir a la formación de placas en las arterias coronarias, aumentando el riesgo de eventos como infartos. El corazón, debido a su delicada irrigación, es particularmente vulnerable a estos daños.

Ciertas poblaciones, debido a factores genéticos, presentan niveles elevados de colesterol desde la infancia, lo que incrementa su riesgo cardiovascular precozmente. No obstante, el estilo de vida postindustrial y hábitos poco saludables son la causa más común.

Recomendaciones para mantener el colesterol bajo

Mantener el colesterol bajo control es una tarea continua que requiere atención a la dieta, ejercicio regular y, en algunos casos, medicación. Con una gestión adecuada, es posible reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mejorar la calidad de vida.

La OMS recomienda al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado, con mayor intensidad siendo beneficiosa, además de dos días de entrenamiento de fuerza. También aconseja priorizar alimentos simples y evitar productos industriales.

“No todas las grasas son malas; de hecho, las dietas excesivamente ricas en carbohidratos pueden perjudicar el perfil lipídico”, aclara el doctor Medina, quien propone “utilizar fármacos hipolipemiantes cuando estén indicados por un profesional de salud”.

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