La mayor parte de la gente que comienza una dieta piensa que para alcanzar su peso ideal debe olvidarse de comer legumbres y cualquier tipo de alimentos considerados densos desde el punto de vista energético.
Sin embargo, según explica el internista especializado en nutrición de Hospital Quirónsalud Tenerife, José Alejandro Medina, “lo importante no es lo que comamos, sino mantener el equilibrio entre lo que ingerimos y nuestro gasto energético”.
Gastar más energía que calorías
A la hora de iniciar un plan para perder peso, es fundamental tener definido un ritmo de actividad física y, por lo tanto, de consumo energético, superior a las calorías que aportan las comida al organismo. “Lo que engorda no es la legumbre o la hamburguesa, sino el desequilibrio entre el requerimiento energético y lo que comemos", indica el doctor Medina.
El nutricionista asegura, no obstante, que también es importante tener en cuenta que el mismo alimento puede aumentar considerablemente su aporte energético dependiendo de cómo se cocine. “Por ejemplo, en el caso de las legumbres, no es lo mismo hacer unas lentejas con verduras, que prepararlas con tocino y chorizo”, señala.
Eliminar los fitatos
Otra de las críticas que se hace a las legumbres tienen que ver con su difícil digestión. Aunque, como explica el nutricionista esto también está directamente relacionado con la manera en que se cocinan.
“Lo mejor es preparar este producto de la manera tradicional. Esto es: poniéndolas en remojo con agua tibia el día antes de su preparación, cambiar esta agua varias veces y darles un tiempo de cocción prolongado”, explica.
“De esta forma lograremos eliminar gran parte de los fitatos que contienen”. El experto en nutrición explica que esta sustancia es conocida como antinutriente pues inhibe la absorción de los nutrientes y es la responsable de que las legumbres sean un alimento de digestión pesada y que, por lo tanto, su consumo elevado favorezca la inflamación y la permeabilidad de la mucosa intestinal.
Mejor, al mediodía
Por todo ello, lo recomendable es que se consuman entre 1 y 2 veces a la semana. Sin embargo, en la actualidad la moda de comer sin gluten ha hecho que muchas personas incrementen el consumo de las legumbres en forma de harinas y otros productos industriales que no han sido preparados de la manera adecuada y que, por lo tanto, provocan que mucha gente sufra de distensión abdominal y gases.
Sobre el momento de comerlas es mucho mejor ingerirlas por la mañana o a medio día, “ya que por el tipo de digestión que realizamos y por el tipo de nutrientes que nos aportan, constituyen un alimento muy denso desde el punto de vista energético, por lo que, si las incluimos en las primeras comidas del día, tendremos tiempo para gastar esta energía y no acumularla.
Fuente de proteína vegetal
También hay que tener en cuenta que, aunque no sustituyen a las proteínas de origen animal, como los lácteos, la carne, el pescado, o el huevo; las legumbres constituyen una de las mayores fuentes de proteína vegetal que hay en la naturaleza y, por lo tanto, son un alimento imprescindible en las dietas vegetarianas.
"No podemos olvidar tampoco que son una importante fuente de minerales y oligoelementos, lo que también convierten a las legumbres en un buen alimento de recuperación para los deportistas después de una prueba o entrenamiento intenso", concluye el doct