Cada año se diagnostican alrededor de 3.500 casos de cáncer de ovario en España, el quinto más frecuente en las mujeres. La causa todavía se desconoce. Como otros tumores malignos, este cáncer se produce como consecuencia de una acumulación de alteraciones genéticas que provoca un crecimiento incontrolado de las células epiteliales.
Habitualmente, las etapas iniciales del cáncer de ovario suelen cursar sin síntomas, o con síntomas muy leves que pasan desapercibidos y se confunden con procesos benignos. Es un tumor que es difícil detectarlo a tiempo, aunque a medida que el tumor crece, pueden aparecer algunos síntomas como pérdida de apetito, sensación de plenitud abdominal tras la comida o pérdida de peso.
Opciones quirúrgicas
El tratamiento del cáncer de ovario más común consiste en la combinación de cirugía con la extirpación quirúrgica de todo el tumor existente visible, seguido de quimioterapia. La mayoría de las veces, el tratamiento para el cáncer de ovario implica la realización de una histerectomía abdominal, pero en ocasiones la histerectomía vaginal resulta adecuada para mujeres con cáncer de cuello del útero o cáncer de endometrio.
Durante los últimos años, la cirugía ginecológica ha avanzado notablemente gracias a la cirugía laparoscópica e histeroscópica, que son menos agresivas y permiten una mejor recuperación postoperatoria al minimizar las cicatrices abdominales.
Cirugía ginecológica vaginal por puerto único
Una de estas nuevas técnicas es la cirugía ginecológica vaginal por puerto único, una intervención mínimamente invasiva que no precisa incisiones y no deja cicatrices visibles.
La técnica puede utilizarse en la mayoría de las patologías ginecológicas benignas y en algunas malignas, y está especialmente indicada en mujeres con riesgo de complicaciones en la cirugía convencional, como las que presentan sobrepeso.
Menos dolor y mejor recuperación
La intervención consiste en acceder a la cavidad abdominal a través de la vagina, ya sea para la extracción de las trompas de Falopio y los ovarios (anexectomía) o del propio útero. Para ello, se coloca un dispositivo especial que permite introducir el instrumental necesario sin necesidad de usar trocares, lo que evita que queden cicatrices en el vientre. De esta manera, las pacientes se recuperan mucho más rápido y con mucho menos dolor, ya que no es necesario hacer ningún tipo de incisión abdominal.
Hospital Quirónsalud Tenerife ha sido el primero en las Islas Canarias en realizar con éxito este tipo de intervención quirúrgica. “Lo novedoso de esta técnica quirúrgica es que se realiza por vía endoscópica accediendo a través de la vagina, cuando con el procedimiento por laparoscopia convencional se llega a la cavidad abdominal a través del ombligo”, explica el doctor José Antonio Pérez Álvarez, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia de Quirónsalud Tenerife.
Futuras aplicaciones
En opinión del doctor Pérez Álvarez este tipo de intervenciones con puerto único serán cada vez más frecuentes y podrán realizarse no sólo para las anexectomías unilaterales o bilaterales, sino también en las ligaduras de trompas. “Adicionalmente, con una modificación de la técnica, también se podrán hacer histerectomías vaginales no asociadas a prolapsos que ahora se hacen en su mayoría por vía abdominal”, afirma el especialista de Quirónsalud Tenerife.