Toda postal tiene su historia, el por qué, el cuándo y el dónde y hoy quiero mostrarles un proyecto personal llamado "Postales Atlánticas", dónde con pequeñas reseñas de ciertos lugares en este caso de la isla de Tenerife encontramos el momento especial para reflejar la experiencia como visitante, donde la fotografía cobra vida a través del momento y las pequeñas reflexiones que surgen tras las imágenes.
La cuestión es de hacerles llegar nuestra propia visión, de como nuestras sensaciones como meros espectadores de estos pequeños rincones especiales, son capaces de almacenarse en una instantánea y recordarnos lo vivido.
Como todos sabemos, el Puerto de la Cruz no solo ha sido ciudad pionera de turismo receptor por la década de los '60, además, alojó a la primera afluencia de turismo conocido hoy como sector de lujo.
Y es por ello, que siempre ha sido objeto de estudio, investigación y puesta en marcha para probar como si se tratase de un ensayo y error. La ciudad ha sufrido muchos cambios, teniéndose que adaptar a múltiples etapas dónde el cliente ha cambiado por completo sus necesidades, y mientras exige la esencia e historia del municipio (sus raíces) también obliga al local a ofrecerle las nuevas innovaciones del mercado.
El Puerto siempre será para nosotros ese pueblo pesquero, con su muelle, su avenida y sus playas suntuosas, tanto de rocas (San Telmo y Los Roques) como de la arena tan característica que nos ha hecho tan famosos (playa Martiánez y Playa Jardín), y por eso nos sentimos tan especiales e incluso ellos, los turistas.
Porque son nuestras playas de siempre, con las mismas palmeras, los mimos azulejos por los que caminamos todos los días en nuestros veranos, son la misma estampa que año tras año nos espera para volver a llevarnos a los lugares donde hemos sido felices.
Quizás es que vemos estas estampas y nos recuerdan a nuestros abuelos, a nosotros quizás dentro de unos años, porque uno siempre vuelve a donde vivió intensamente, y eso nos ofrece el Puerto, su reinvención para ofrecernos lo mejor que tiene sin perder su esencia.
Muchos lugares, como San Telmo, la propia avenida o los aledaños, han sufrido cambios para acondicionar los espacios al turistas y hacer de la experiencia algo mucho mejor e intangible, y a lo mejor se trata de eso, de hacer con pequeños cambios grandes emociones.
Como la arquitectura tan característica del maestro César Manrique.
Lugares imprescindibles
- San Telmo
- Mirador La Paz
- Playa Jardín
- Punta Brava
- Muelle pesquero
- El Penitente
- Sendero de la Costa
- Avenida de Colón